La NTU, la televisión pública de Ucrania, ha anunciado este viernes que las tres ciudades que seguirán aspirando a organizar el Festival de Eurovisión en 2017 son Kiev, Dnipro y Odesa. La decisión se ha tomado tras la celebración de un debate a seis organizado el pasado miércoles y emitido por Internet, en el que las ciudades aspirantes expusieron su potencial y su capacidad para albergar un evento de semejante magnitud. El próximo 1 de agosto se seleccionará finalmente la ciudad sede de Eurovisión 2017, posponiendo la fecha inicial del 27 de julio.
Aunque en un principio se iba a seleccionar a solo dos finalistas, Kiev, Dnipro y Odesa han superado esta primera criba de la que todavía desconocemos cómo van a resolver el problema del estadio en el que situar el escenario de las semifinales y la gran final. Hace unas semanas podíamos saber que Ucrania reconocía no tener un recinto que reuniese las condiciones necesarias (básicamente, capacidad y techado) y que, además, estuviese disponible en las fechas requeridas. De hecho, en el anuncio de las finalistas se ha reconocido que ninguna de las tres reúne el 100% de los requisitos y que todavía hay que trabajar varias áreas en ellas.
Kiev, Járkov, Dnipro, Leópolis, Jersón y Odesa eran las ciudades que se ofrecieron a la NTU como sede y que formaron parte del debate organizado junto a un panel de artistas y expertos, incluyendo a Jamala, la ganadora ucraniana. Cada una de ellas presentó sus mejores bazas, así como un pequeño vídeo al estilo de las postales que introducen a los países durante el festival. La gran sorpresa ha venido por parte de Leópolis, la gran favorita junto a Kiev y considerada por muchos como la mejor alternativa a la capital.
La televisión ucraniana está dando una excelente lección acerca de cómo prestar atención al Festival de Eurovisión y darle la cobertura merecida. Tras el debate a seis y el programa con el anuncio de las tres ciudades finalistas emitidos esta semana, habrá un tercer especial el próximo 1 de agosto con el anuncio de la ciudad seleccionada, que se decidirá después de que la UER realice una visita en las tres aspirantes.
A continuación te detallamos brevemente cada una de las tres candidaturas.
Kiev
La capital de Ucrania es la ciudad aspirante con la mayor infraestructura turística de las tres. En cuanto a los estadios, el Palacio de los Deportes parece ser la opción que cobra más fuerza, pese a que estaría ocupado en abril por el Campeonato del Mundo de Hockey sobre Hielo e impediría tener acceso al mismo durante las seis semanas previas al festival que se suelen requerir. Frente a esto, el alcalde de Kiev ha declarado que su prioridad es Eurovisión. El recinto tiene capacidad para hasta 10.000 personas y ya fue utilizado en 2005 para albergar el festival, así como en 2009 para el certamen junior. Tampoco se descarta el Exhibition Center, con disponibilidad para 50.000 espectadores; no así el enorme Estado Olímpico, para el que habría que construir una gran cubierta.
Dnipro
Tras la descalificación de Leópolis la incursión de Dnipro ha sido la segunda gran sorpresa del anuncio. Situada en el centro del país y con una población de un millón de habitantes, dispone de una débil infraestructura turística y un aeropuerto que apenas puede recibir 5.000 pasajeros al día. Sin embargo, el ambiente estudiantil de la ciudad y la puesta en marcha de la construcción del Dnipro EuroArena, en el que entrarían 9.500 personas y podría situar muy cerca el centro de prensa y el Euroclub, han impulsado la candidatura.
Odesa
Odesa comenzó a sonar fuerte a raíz del debate a seis, cuando Jamala respaldó públicamente la ciudad. Se trata de la tercera ciudad más grande de Ucrania, con un millón de habitantes, y en septiembre se prevé que abra una nueva terminal de su aeropuerto. Además, dispone del Chornomorets Stadium, con una capacidad de hasta 12.000 personas, aunque habría que construir una cubierta para el mismo. Su situación, muy próxima a la península de Crimea -territorio disputado cuyo conflicto impulsó sin duda la victoria de Jamala-, podría ser un punto a favor de un festival que se presenta como una gran oportunidad para Ucrania de denunciar la invasión de Rusia en 2014.