Tras realizarse 190 cirugías para convertirse en el 'Ken Humano', Rodrigo Alves se ha terminado cansando de su personaje y ha decidido comenzar con una nueva serie de intervenciones para parecerse a alguien menos famoso pero más 'de carne y hueso': el hijo de un narcotraficante que triunfa en el mundo de la moda: Jordan Barrett.
Sus intenciones no son ninguna broma, y por ello, Alves ya ha cambiado su nombre en la cuenta de Instagram y ha comenzado poco a poco. Lo primero: implantarse más de tres mil folículos capilares extraídos de la parte posterior de la cabeza: quiere cubrir sus entradas.
Rodrigo Alves es muy presumido, aunque sus gustos pueden resultar de lo más controvertidos (y él, de lo más sincero): "me implanto mi pelo para frenar la calvicie y para que mi cabeza se vea más pequeña, ya que no acepto el proceso natural del envejecimiento".
El ya ex 'Ken Humano' ha aprovechado este nuevo camino para hacer una defensa acérrima de su gran afición: la cirugía estética: "Mi mensaje general es que en la vida podemos ser lo que queramos con voluntad y determinación, independiente de si tienes cirugía plástica o no", ha asegurado.
Alves se encuentra feliz y ha alardeado la posibilidad que le ofrecen las operaciones para elegir el tipo de persona que anhela según la fecha. Todo un mensaje que, seguramente, no deje indiferente a nadie.