Kazajistán se encuentra en plena ola de manifestaciones con una declaración de estado de emergencia. El origen del estallido social en el país, lejos de centrarse en la subida del precio del gas licuado, que fue su detonante, reside en determinantes sociopolíticos que han marcado décadas de recorrido en esta nación centroasiática.
Como hemos comentado, el origen se encuentra en la subida del gas licuado de petróleo o GLP, un combustible que muchos kazajo utilizan para sus coches. El precio aumentó casi al doble cuando el Estado dejó de controlarlo y pasó al libre mercado para garantizar su suministro.
Con este incremento, empezaron las manifestaciones en la localidad occidental de Janaozen. Rápidamente se extendieron a otras partes del país. Esta situación puso contra las cuerdas al Ejecutivo del presidente Kassym-Jomart Tkáyev, que retiró esta reforma y pidió el final de las manifestaciones.
Lo curioso es que, tras la intervención del Gobierno, el precio del gas se ha situado por debajo de lo que estaba hace unos días. Pero el descontento ha cundido entre la población, que parece haber amplificado ahora una serie de demandas muy concretas.
Ahora, con un tono mucho menos conciliador, el presidente ha asegurado que no piensa abandonar la capital, Nur-Sultán. Además, ha afirmado que las fuerzas de seguridad actuarán con mayor contundencia contra los manifestantes. Una situación en cierta medida desesperada con la que espera contener a los manifestantes.
El papel de Nursultán Nazabáyev
Cabe destacar en este punto el papel de Nursultán Nazabáyev, expresidente de Kazajistán. Juró su puesto en 1991 y ha sido señalado como el verdadero presidente en la sombra en la actualidad. Ni siquiera en 2019, cuando anunció su retirada, dejó su papel al frente del Consejo de Seguridad Nacional, un puesto al que ha renunciado en mitad de las protestas, así como del partido Nur-Otan.
??Los manifestantes intentan derribar la estatua del ex presidente Nazerbayev en Taldykorgan de Kazajstán
— GADITANA (@hasta_el_mismo3) January 6, 2022
??Mientras tanto, los medios locales informan que los manifestantes se han apoderado de un edificio del departamento de policía en Almaty. pic.twitter.com/PmzDdhfiPi
La Constitución de Kazajistán señala que un presidente no puede ser reelegido más de dos veces, pero Nazarbáyev aprovechó el matiz que que "la restricción no se extenderá al primer presidente de la República de Kazajistán".
Él ha aprovechado esta condición tras la independencia de la URSS: De hecho, tras su cese, se ha incrementado el culto hacia su personalidad. El 1 de diciembre, el Banco Central de Kazajistán introdujo un nuevo billete de 20.000 tenges (alrededor de 40 euros) conmemorando los 30 años de la independencia del país. En ellos, se incluía un retrato del expresidente, en una fecha que coincidía también con el treinta aniversario de los primeros comicios en el país.
Cuando anunció su retirada, en marzo de 2019, la capital del país cambió su nombre de Astaná a Nursultán. Desde su jubilación, además, se han erigido tres estatuas del que se denomina como "padre de la nación" en todo el territorio.
Está considerado como el líder más longevo de la región. De hecho, uno de los lemas más repetidos durante todas las manifestaciones que se han producido en el país es "¡que se vaya el viejo!", en referencia al expresidente de la república.
Muchos disidentes del Gobierno han acusado al actual mandatario de actuar como un testaferro del expresidente. Un descontento por falta de claridad política que ha ido calando entre la población, con altos índices de corrupción.
El papel de Rusia
Kazajistán, miembro de la antigua URSS, mantiene estrechas relaciones con Rusia. Con gran población procedente del país vecino, el ruso es uno de sus idiomas oficiales, junto con el kazajo. De hecho, en la época de la URSS, los kazajo llegaron a ocupar menor porcentaje de población que los rusos.
Actualmente, Rusia es el mayor destino de las importaciones de Kazajistán y el país al que destina gran parte de su producción, con una alianza tácita que se remonta a los tiempos de la extinta Unión Soviética. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, comparó las buenas relaciones entre ambos países con Estados Unidos y Canadá.
Sin embargo, también se han registrado presuntos ataques xenófobos contra los rusos que residen en este país. Muchas figuras de la oposición, como Mutjar Ablyazov, se han mostrado abiertamente en contra de la influencia rusa en la república.
Rusia había prometido no militarizar el país en esta crisis y evitar una situación similar a las vividas en Ucrania o Bielorrusia, pero finalmente no ha cumplido. Después de que el Gobierno kazajo haya pedido ayuda al Kremlin, Moscú ha enviado tropas hacia el país vecino.
La importancia geoestratégica de Kazajistán
Kazajistán es una república centroasiática que dispone de enormes reservas de metales y petróleo. Se trata de un país miembro de la OPEP, asociación de exportadores de petróleo. Por ello, goza de grandes alianzas con países como China o Rusia, sus principales clientes. Este hecho le ha ocasionado tensiones con Occidente. Esta nación es, de lejos, la más rica de su región. Pero, a pesar de tener un sueldo medio cercano a los 500 euros, su economía se ha visto perjudicada por la pandemia del coronavirus.
Además, a pesar de las distancias ideológicas, Kazajistán tiene relevancia para otras naciones del bloque opuesto, como Estados Unidos. Muchas empresas petroleras, como ExxonMobil, han invertido cientos de miles de dólares en la región de Janaozen, en la que se originaron las protestas.
La comunidad internacional ha mostrado su preocupación por la crisis que se vive en el país. El servicio de internet está interrumpido, no funciona correctamente. Y la comunicación con el exterior parece cada vez más complicada, mientras que la escalada de violencia va en aumento.
