El modelo de los grandes almacenes, los espacios diáfanos de proporciones considerables orientados exclusivamente a la compra de artículos, se encuentran en crisis. A nadie se le pasa por alto que la venta por internet representa un desafío mayúsculo, puesto que no hay gran valor diferencial y, además, se evita un desplazamiento. A ello, también se suman las cadenas de moda rápida como Zara, que cuentan con mayor rapidez para adaptarse a las tendencias de los consumidores y dejar a estas firmas, en cierta medida, como 'desfasadas'.
Las marcas tradicionales del sector fueron lentas a la hora de afrontar este reto. Algunas empresas que acaparaban grandes cuotas de mercado hace una década, como Macy's, Kohls o Sears, han enfrentado la quiebra o cierre de tiendas. En cuanto a España, El Corte Inglés ahora enfrenta un cambio de modelo de negocio con el que espera reducir espacio para su gran almacén tradicional, enfocándose hacia la venta online o la reforma de sus edificios para incluir experiencias.
La última víctima de este particular 'apocalipsis retail' se ha producido en Alemania: se trata de Galería Karstadt-Kaufhof, la única firma que operaba en el sector de los grandes almacenes en el país germano.
Se trataba del resultado de la fusión de dos cadenas, pero en este caso la unión no ha hecho la fuerza: dos años después de aquella operación, la caída libre de la facturación y el elevado endeudamiento han llevado a presentar un concurso de acreedores en un tribunal de Essen tras declararse en quiebra.
El cierre de esta empresa no es baladí. Hablamos de 172 grandes almacenes, 30 sucursales de su filial de deportes y otras 50 tiendas de productos gourmet. El primer plan incluye el cierre definitivo de 62 grandes almacenes, 20 tiendas deportivas y 26 de alimentos gourmet.
El futuro ahora queda a la espera de septiembre, cuando se reunirán los acreedores con la empresa y se decidirá si se acepta la propuesta de reestructuración de la deuda.
Similitudes y diferencias con El Corte Inglés
Los problemas de Karstadt-Kaufhof vienen de lejos, pero la pandemia del coronavirus ha sido la puntilla que faltaba para terminar con el cierre de sus establecimientos a pie de calle, algunos en los lugares más emblemáticos del país.
Karstadt-Kaufhof es uno de los operadores de grandes almacenes más relevantes a nivel mundial, aunque cuenta con un tamaño peor que El Corte Inglés. Para muestra, un botón: la firma alemana tiene 30.000 trabajadores y El Corte Inglés 90.000.
A pesar de que el triángulo verde cuenta con algunas similitudes en cuanto a situación financiera (fuerte deuda, dificultad de captar y fidelizar nuevos clientes, pérdida de atractivo de centro o bajada de ventas); las diferencias marcan dos caminos distintos.
Primero, porque la gran cantidad de empleados de El Corte Inglés permite reducir gasto en personal, ya sea con prejubilaciones o sin renovar las bajas. En segundo lugar, porque cuenta con un colchón de 17.000 millones de euros en cartera inmobilaria, según Tinsa. Como si fuera una reserva de oro, los grandes almacenes pueden vender selectivamente a la hora de reformar cualquier área y adaptarse al siglo XXI. Algo que Karstadt-Kaufhof se hacía insalvable porque no contaba con ese colchón.
Mientras tanto, los retos continúan. ¿Cómo hacer que este modelo se vuelva atractivo para las nuevas generaciones? ¿Cómo ganar rentabilidad? ¿Hay que dar espacio a empresas independientes para que ocupen espacio en los centros y generen interés en el resto de la firma? Los retos en el sector están presentes.
