Samuel Luiz no se pudo defender durante la brutal paliza que sufrió en A Coruña. El jefe del servicio de patología ha concluido de la autopsia que "la muerte se produjo por golpes múltiples en el contexto de una agresión". Su corazón se paró en al menos seis ocasiones desde que cayó desplomado.
Kaio Amaral, que enfrenta la mayor pena en el caso por asesinato con alevosía y, además, robo con violencia (el único al que se imputa la sustracción del teléfono de Samuel), dijo después a un testigo que "se les había ido de las manos porque habían bebido mucho". El testigo después habló con el procesado por WhatsApp y le afirmó que todo era "culpa de Diego", en referencia a Diego Montaña, otro de los implicados, y que "estaba allí con ellos pero no había participado".
Cabe remarcar algunos datos de la autopsia. Los médicos intentaron reanimar a la víctima durante una hora y media, pero fue imposible. El informe ha revelado en el cuerpo de la víctima vestigios de puñetazos en los nudillos, en las manos, en la cara, en el tórax, en las rodillas y otras partes del cuerpo. Ninguna evidencia de que agrediera a nadie durante la "cacería humana" a la que fue sometido.
A todo ello, se suman dos marcas en el cuello compatibles con el mataleón con el que fue golpeado. El escrito de la autopsia concluye que falleció por "golpes múltiples por agresión, muerte cerebral y homicida" y que los golpes que sufrió "se acumularon hasta la muerte".
Consultas en teléfonos móviles e intentando lanzarse las culpas de lo ocurrido
Durante la vista judicial también se ha accedido al contenido de los teléfonos móviles, que ha recibido el instructor de la causa desde Estados Unidos, motivo por el que ha sido citado para testificar en la causa.
Los teléfonos de Katy Silva y Alejandro Míguez estaban completamente borrados, aunque sí se ha analizado contenido en los teléfonos de Diego Montaña, Alejandro Freire y Kaio Amaral.
Diego Montaña había realizado varias consultas en periódicos sobre la muerte de Samuel y tenía conversaciones con Katy Silva en las que se evidenciaban episodios de celos entre ambos. Se encontraron también amenazas a terceras personas vinculadas con esta actitud, como una de Montaña a un hombre por reaccionar con un "fuego" a la historia de su pareja. Ambos habían discutido esa jornada, cuando en otra conversación la acusada desvela que su novio "se había liado con otra".
A Montaña le llega otro mensaje a las 05:39 en Instagram, de un menor condenado en el caso, donde le dice "todo borrado". Inmediatamente le responde que espera "que no pase nada". La Policía localizó imágenes de Diego Montaña con un machete y otras armas blancas, como una navaja haciendo el gesto de cortar un cuello. También había fotos de Katy con un machete y ambos juntos.
En el caso de Freire, se encuentra una conversación en la que delata a Kaio Amaral: "Fue, tío, le dio patadas finísimo", aparece en uno de los mensajes en Insytagram, donde se exculpa dejando un mensaje escrito: "Yo lo vi en el suelo y no hice nada". Luego en otra conversación afirma que "se pasaron mucho".
En otros mensajes, Freire y Kaio afirman que, al no tener antecedentes penales, no serán reconocidos por la Policía. El testigo descarta que se mencionara en estas conversaciones a Alejandro Míguez como participante en la agresión.
Los cinco acusados actualmente en juicio se enfrentan a penas de prisión entre 22 y 27 años. Son 22 años para Freire y Míguez por asesinato con alevosía, 25 años para Katy Silva y Diego Montaña por el agravante de discriminación por orientación sexual y 27 años para Kaio Amaral, que suma otro delito de robo con violencia por el teléfono móvil de la víctima.