Cuando recordamos los principios de Justin Bieber, es imposible que no se nos venga a la cabeza aquel chaval con flequillo que cantaba 'Baby' con voz aniñada. Y normal, seguía siendo un niño: en aquel momento solo tenía 15 años.
La realidad es que el joven canadiense ha pasado toda su adolescencia bajo el foco de las cámaras. Ha sido muy querido por su gran tropa de seguidores, pero también muy criticado por la prensa y sus polémicas actuaciones. Pasó de vivir tocando en la calle junto a su madre a ser una de las personas más ricas del planeta gracias a que su manager, Scooter Braun, le descubriera. El resto vino solo: discos, tours mundiales, documentales...
Sin embargo, detrás de la careta de niño, Justin ha explicado en su último documental 'Justin Bieber: Seasons' que tan solo con 12 o 13 años ya se había vuelto adicto a la marihuana. Y ahí empezó todo. En el documental, en el que se desnuda completamente ante la cámara, muestra cómo las drogas empezaron a formar parte de su vida. Tanto, que hubo un momento en el que todo su alrededor temía por ella.
"Hubo un momento en el que me tragaba todo tipo de píldoras, bebía, hacía mi propios hongos y Molly (extásis)... Fue un escape. Yo era joven, como todas las personas de la industria y el resto de personas del mundo que experimentan mientras van creciendo. Pero mi experiencia fue ante la cámaras y tuve una exposición diferente. Además de que tenía mucho dinero y muchas cosas", confiesa.
Al borde de la muerte
"Me estaba muriendo. La gente no sabe lo serio que se puso aquello", declara. Y no por la enfermedad de Lyme, que ha confesado que sufre, sino por toda la cantidad de drogas que consumía. "Llegó un momento en el que mi equipo de seguridad entraba en mi habitación por la noche para controlar mi pulso. La gente verdaderamente no sabe lo serio que se volvió todo. Fue realmente loco y aterrador. Me levantaba por las mañanas y lo primero que hacía era tomarme algunas pastillas, fumar un porro y después empezar mi día. Todo se volvió aterrador", recuerda todavía.
La realidad es que, cuando sacó 'Journals', disco que publicó en 2013, el consumo de drogas del cantante era notable. Su aspecto había cambiado radicalmente: su cuerpo parecía haberse consumido y no quedaban más que tatuajes; los ojos habían perdido su expresividad y aparecía casi siempre con ellos rojos, mientras que su apariencia era cada vez más descuidada.
Sin embargo, Bieber ha logrado salir de ello. El joven no duda en absoluto en agradecerle todo el apoyo a su ahora esposa, Hailey Baldwin, que fue un pilar fundamental durante su proceso de rehabilitación. Así lo narra en su tercer documental, disponible en YouTube Premium.
Una nueva era
Su último disco, 'Purpose', y la gira que trajo consigo, dejaron a Justin Bieber en plena depresión. En aquel momento fue también adicto al Xanax, fármaco que se utiliza para el tratamiento de la ansiedad, crisis de angustia, agorafobia, ataques de pánico y estrés intenso.
'Sorry' y el resto de canciones le devolvieron al éxito tras su descanso, pero fue un éxito para el que todavía no estaba preparado. Por ello, cinco años después, habiéndose rehabilitado y habiendo encontrado la estabilidad que le faltaba junto a Hailey, Bieber ha decidido volver. Y lo hará por todo lo alto.
'Justin Bieber: Seasons' es una pequeña muestra de lo que ha ido viviendo a lo largo de los años. Sin embargo, el documental no ha llegado solo. Bieber lanzó el pasado 3 de enero su nuevo single, 'Yummy', fechas para una nueva gira y el título y la fecha de lanzamiento de su nuevo álbum, 'Changes', que saldrá el próximo 14 de febrero. Esperemos que esta vez se haya preparado y la fama no consiga sobrepasarle.
