Las parejas LGTBI siguen ganando derechos. Ahora, la justicia europea ha reconocido los derechos de los hijos de las parejas LGTBI en todos los países de la Unión Europea, incluso en aquellos donde el matrimonio de personas del mismo sexo no está reconocido.
Esta sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, TJUE, corresponde al fallo de un tribunal búlgaro que había preguntado por el caso de una pareja formada por dos mujeres, una francesa y otra búlgara, que tenían una niña que el Ayuntamiento de Sofia se negaba a inscribir.
Con esta resolución, el TJUE ha resulto así el caso. Las dos madres, que viven en España, tuvieron una hija en 2019. Al inscribirla en el Registro español, las dos madres podían aparecer como progenitoras de la niña, puesto que España permite el matrimonio LGTBI pero, cuando la pareja quiso inscribirla en la capital búlgara, las autoridades reclamaron que debían de especificar cuál de las dos era la madre biológica, algo que fue rechazado por la madre búlgara de la pareja "por considerar que no estaba obligada a facilitar la información".
De esta forma, la Administración contestó que "la mención en un certificado de nacimiento de dos progenitores del mismo sexo era contraria al orden público búlgaro, que no permite los matrimonios entre personas del mismo sexo", por lo que la pareja recurrió esta decisión ante la Justicia búlgara.
Esta presentó una cuestión prejudicial a Luxemburgo que ha sido la que ha dictaminado que las autoridades búlgaras y de cualquier otro estado miembro están obligadas a expedir un documento de identidad o pasaporte a un menor, independientemente del sexo de los progenitores y sin exigir el certificado de nacimiento de las autoridades nacionales.
"Los Estados miembros deben reconocer el derecho del vínculo de filiación [de la niña] para permitirle ejercer su derecho a la libre circulación", reza la sentencia, añadiendo que "cada progenitora debe disponer de un documento que le habilite a viajar con la menor".
Crece la homofobia en Europa
Esta sentencia se da así en un momento en el que varios países de Europa están acentuado sus posiciones homófobas, como Hungría o Polonia.
En el primero, el gobierno ha aprobado recientemente una norma que prohibía mencionar la homosexualidad en las escuelas, lo que provocó un movimiento de 14 países exigiendo a la Comisión Europea que interviniera. En Polonia, más de 100 localidades firmaron el año pasado una declaración "contra la ideología LGTBI".