El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha confirmado el fallo dictado por el Juzgado número 8 de Las Palmas de Gran Canaria: reconoce el abono de una pensión vitalicia y la incapacidad laboral absoluta por la adicción a la cocaína del cliente que defendía la abogada María Alemán Santana, en un litigio contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
El trabajador había impugnado una resolución administrativa del 4 de abril de 2018, donde se rechazaba la incapacidad que previamente le habían concedido en 2016 como consecuencia del cuadro psicológico que sufría desde 2014 por esta enfermedad, una drogodependencia a la cocaína, según señala el Juzgado de lo Social.
En el recurso, el INSS defendía que el trastorno por ansiedad no le limitaba para realizar sus actividades diarias, pero el TSJC fundamentaba el fallo en la jurisprudencia sobre invalidez absoluta y asume el argumento de la sentencia recurrida.
Además, consideraba que no se había constatado tal dependencia a la cocaína, pero el Juzgado de lo Social daba por probado que se trata de un consumo dependiente de larga duración "sin lugar a dudas", lo que lleva a la valoración de una incapacidad permanente para el trabajo por la repercusión que tiene en su capacidad laboral.
El TSJC justifica su decisión
La sentencia del TSJC indica en sus fundamentos: "El demandante no puede realizar actividades que requieran una atención mantenida, con cierto grado de responsabilidad, ni que puedan suponer relaciones interpersonales". El cuadro patológico del demandante no afecta físicamente a ninguna competencia funcional, pero insiste en que impide el desempeño de cualquier actividad laboral.
Por ello, aprueba la incapacidad laboral permanente para desarrollar cualquier trabajo y también una pensión vitalicia para que pueda vivir y gestionar sus pagos a cuenta de las limitaciones que, entiende el tribunal, impone su patología.