Carles Puigdemont y los cuatro exconsellers que están ubicados en Bruselas desde el pasado 30 de octubre han sido puestos en libertad por el juez instructor belga con medidas cautelares. A diferencia de sus compañeros que se encuentran en prisión por orden de la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, ellos sí podrán estar fuera de la cárcel mientras se resuelve la euroorden de detención enviada por España.
Entre las medidas cautelares que les ha impuesto el juez se encuentra la obligación de no abandonar el país sin un permiso del juez; asistir a todas las audiencias judiciales; atender todas las citaciones de los juzgados o, en su defecto, de la policía y entregar una dirección en la que se encuentre localizable para notificarle todas las citas judiciales.
Hasta dos meses de recursos
Esta libertad provisional del expresident y los exconsellers no se puede recurrir por la justicia. A partir de ahora, se abre un plazo de 15 días, tras el cual un tribunal, la 'Chambre du Conseil', deberá resolver la orden emitida por Lamela. Esta sentencia se podrá recurrir por parte de Puigdemont y de la Audiencia Nacional y se abrirá otro período de 15 días.
Esta segunda sentencia también podrá ser recurrida ante la 'Court d'appel' -un tribunal de apelaciones-, abriéndose otros 15 días de plazo tras el cual un tribunal de casación dará la sentencia definitiva. Este proceso garantizará la presunción de inocencia y los derechos de los acusados, a diferencia de lo que ocurre con la justicia española, según denuncia la oposición al calificar a los ocho exconsellers de 'presos políticos'.
Todo este periplo judicial puede alargarse hasta dos meses entre recurso y recurso. Sin embargo, en el caso de que se produzca una eventualidad excepcional, el período puede extenderse hasta los 90 días. El ministro de Justicia de Bélgica, Koen Geens ha sido el encargado de informar sobre las semanas que durará el proceso en los tribunales.
Puigdemont y los cuatro exconsellers que se encuentran en el país belga -Antoni Comín (Salud), Clara Ponsatí (Educación), Lluís Puig (Cultura) y Meritxell Serret (Agricultura)- se presentaron voluntariamente en una comisaría del país a las 9:17 horas del domingo 5 de noviembre. Una vez allí, fueron arrestados por la policía, un proceso necesario para ser enviados ante el juez que le tomó declaración.
Este interrogatorio se realizó en neerlandés ante un magistrado flamenco a petición de los acusados. Un portavoz de la Fiscalía de Bruselas, Gilles Dejemeppe, ha asegurado que tenían la posibilidad de elegir entre el francés y el idioma seleccionado.
El 21-D, la meta
Las elecciones autonómicas catalanas convocadas por Mariano Rajoy se aproximan. El 21 de diciembre los catalanes serán llamados a votar en unas urnas legales y con garantías democráticas. Sin embargo, el proceso judicial que se está llevando a cabo puede enturbiar una cita electoral que decidirá el futuro del conflicto catalán. La oposición denuncia la existencia de 'presos políticos' y la politización de la justicia.
Puigdemont se ha mostrado dispuesto a liderar una candidatura unitaria de las fuerzas independentistas. En una entrevista grabada y televisada por un canal belga, se mostró favorable a ser el cabeza de lista -algo que puede hacer debido a que no está condenado de ningún delito-, a diferencia de lo que aseguró en reiteradas ocasiones en el pasado, negándose a presentarse a unas elecciones.
El PDeCAT apuesta por esta lista unitaria liderada por el expresident. Ahora, la pelota se encuentra en el tejado de ERC. Los republicanos se muestran reacios a repetir la fórmula de Junts Pel Sí de 2015. En los últimos meses, todos los sondedos apuntan a una victoria del partido que formó parte del gobierno hasta su cese. Entre las filas de ERC son favorables a una nueva unión que de fuerza en las urnas al independentismo si se suman la CUP y sectores de Podem, la rama catalana de los de Pablo Iglesias.
Por su parte, el partido impulsado por Ada Colau, Catalunya en Comú, ha rechazado formar parte de una lista de unidad independentista. Esta nueva formación ha elegido al diputado Xavier Domènech como su cabeza de lista. Está por ver si concurre junto a Catalunya Sí Que Es Pot. Las tensiones dentro de esta formación entre el líder de Podem, Albano Dante Fachin -favorable a una unión con los soberanistas- y la dirección nacional encabezada por Pablo Iglesias -inclinada a unirse a los de Colau- pueden acabar provocando una ruptura semanas antes de la cita clave: el 21-D. El partido continúa su curso y la campaña electoral ya ha comenzado.