El jurado popular ha declarado culpable al anciano de Porreres que mató a un ladrón en su casa. Por mayoría, es decir, cinco votos a favor y cuatro en contra, Pau Rigo ha sido considerado autor de un delito de homicidio por el que el fiscal pide tres años y nueve meses de prisión. Desde el jurado se valora la posibilidad de pedir un indulto total o parcial al Gobierno para eximir al hombre.
Pau Rigo ha sido acusado de disparar y matar a uno de los ladrones que trató de asaltar su domicilio en febrero de 2018. El veredicto también ha considerado culpables a los tres presuntos ladrones. En principio la fiscalía pidió cuatro años de prisión para el hombre, pero el Ministerio Fiscal aseguró que concurre en el acusado "la circunstancia eximente incompleta de responsabilidad criminal de legítima defensa y la circunstancia atenuante analógica de temor invencible". Para los ladrones la pena llega hasta los 16 años de cárcel.
Cómo sucedieron los hechos
El suceso ocurrió en la mañana del 24 de febrero de 2018. Uno de los acusados (conocido como "Pep Merda" sabía que Rigo guardaba mucho dinero en su casa y propuso a otro de los acusados, Marcos Rotger, acudir al domicilio para robarle. Les comentaron el plan a los hermanos Fredy y Mauricio Escobar, y entre los cuatro organizaron el asalto.
El plan era que los hermanos recogieran el dinero de la caja fuerte y el resto les llevarían en coche y luego les recogerían. Entonces Fredy y Mauricio esperaron fuera y, cuando salió en anciano, Fredy le cogió por la espalda, le tapó la boca y le dijo que abriera la caja fuerte. Mauricio entró a la casa, donde se encontraba la mujer del anciano, a la que empujó hasta tirarla sobre la cama. Fredy y Pau fueron al sótano, y el hombre abrió la caja fuerte.
Cuando los hermanos se disponían a irse con las mochilas llenas de dinero, el jubilado cogió una escopeta de caza, se dirigió al salón, donde estaban los ladrones, y disparó a Mauricio en el abdomen. Fredy consiguió quitar el arma al hombre y luego se fue con su hermano a rastras. Mauricio falleció en el hospital.
Durante el juicio, uno de los agentes de la Guardia Civil declaró que Fredy, hermano del fallecido, se entregó a la Guardia Civil "desconsolado", y diciendo que sus cómplices les habían "dejado tirados". Por su parte, el abogado del anciano sostiene que "él temía por su vida", preguntándose "cómo puede repeler un señor de 78 años el ataque de dos jóvenes encapuchados con patas de cabra".
En cuanto a la responsabilidad civil, deberá indemnizarse al anciano por las lesiones sufridas con 32.000 euros y los tres asaltantes deberán indemnizarlo con 15.000 euros por el dinero sustraído, habiendo restado la suma recuperada de 2.500 euros.