Tras sugerir hace unas semanas que podría ser Madeleine McCann, la joven polaca Julia Faustyna revolucionó las redes sociales. Ahora afirma que, en realidad, podría ser otra niña secuestrada después de que la policía de su país cerrara el caso, por lo que ha viajado a Estados Unidos para buscar nuevas pruebas.
Instagram cerró la cuenta de Julia Faustyna debido a la polémica que estaba generando el caso después de que acumulara más de un millón de seguidores y reuniera pruebas de las similitudes físicas en su perfil. Fia Johansson, médium y representante de la niña, se hizo cargo de la comunicación de los diversos avances investigativos en ese momento.
Debido a la importancia de la situación, los padres de Julia se defendieron públicamente diciendo que su hija requiere de ayuda y que "haría cualquier cosa por conseguir fama y popularidad" a pesar de que ella es "perfectamente consciente" de que no es Madeleine.
Julia reconoció recientemente que ella no era McCann, que en realidad era una niña secuestrada y que estaba decidida a encontrar a sus verdaderos padres sin importar lo que costara. Actualmente, ella todavía está en el país y, más específicamente, está con Johansson en California.
Livia Schepp
Actualmente, según varios informes, Faustyna ha proporcionado muestras de ADN que podrían establecer si ella es o no la niña desaparecida. También se ha sometido a otras pruebas genéticas para realizar un análisis forense que despeje las dudas que quedan en este caso.
Con el fin de determinar si Julia es o no la joven que desapareció en Portugal el 3 de mayo de 2007, o si es otra niña, Julia supuestamente se sometió a una prueba de ADN. En este sentido, un equipo de investigadores concluyó que Julia se parece más a otra niña desaparecida: Livia Schepp, una niña pequeña que desapareció en Suiza en 2011 junto con su gemela Alessia, de seis años.
