Julia Faustyna, quien se autoproclama como Madeleine McCann, admitió durante una transmisión en vivo en Instagram con su representante polémica, la medium Fia Johansson, que ya no puede mantener su relato. Han afirmado que "quizás" ella no sea la desaparecida McCann.
A pesar de que han intentado defender su argumento durante algún tiempo, reconocen que existen "evidencias" que sugieren que aunque no sea la niña que desapareció en Portugal en 2007, podría haber sido una niña secuestrada.
Johansson ha señalado que desde Polonia no han cooperado para que la investigación avance, que la familia real (o, al menos, con la que ella ha crecido) de la joven no ha ayudado al negarse a hacerse una prueba de ADN (afirman que tiene problemas mentales) y que, además, la han dejado sola en su lucha por tratar de demostrar que ella podría ser la británica desaparecida.
"Oculta algo"
La representante y presunta medium persa, que se ha visto envuelta en polémica, expresa una sensación de fracaso. Asegura tener "evidencias" de que su madre "oculta algo" y ha obligado "a toda la familia a negarse a hacerse pruebas de ADN", incluso "alterando los informes psiquiátricos".
Según la medium, "la madre intentó persuadir al médico de que Julia estaba loca y en peligro, y le exigió que le informara de todo lo que la joven le dijera", pero el profesional le informó que no podía hacerlo debido a cuestiones de privacidad.
De acuerdo con su declaración, la policía polaca no está llevando a cabo ninguna investigación sobre Julia ni sobre su afirmación de ser Madeleine McCann, lo que sugiere que todas las afirmaciones relacionadas con este asunto son falsas.