La Audiencia de Barcelona llevará a juicio el próximo noviembre a la famosa vidente Pepita Vilallonga, conocida por aparecer en varias cadenas televisivas, y a dos miembros de su gabinete esotérico por los delitos de estafa agravada y pertenencia a un grupo criminal, según ha informado El Mundo.
El Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona consideró que existen indicios de que los procesados, presuntamente, idearon un "engaño" para hacer creer "falsamente a la denunciante" que se iba a morir y que debía gastarse dinero para "un tratamiento esotérico que le iba a librar de un mal de ojo y salvarla así la vida".
Investigación reabierta
La Audiencia de Barcelona cerró la investigación en junio de 2018 después de archivar la causa. Sin embargo, un recurso de los abogados de la denunciante instó a abrirla de nuevo al considerar que se debía decidir en un juicio si existía o no delito.
El abogado de la víctima, Álvaro Machado, ha reclamado una pena de 8 años de prisión y una multa de 3.600 euros para cada uno de los tres procesados por estos dos delitos. La Fiscalía, sin embargo, pide la absolución, igual que los letrados de los acusados, al considerar que no hubo ningún engaño.
La acusación particular afirma que la víctima tenía problemas familiares y económicos desde 2011 lo que le provocó una profunda depresión que le llevó a conseguir la invalidez absoluta en 2015.
En 2016 fue cuando empezó a seguir programas de videncia y decidió contactar una cita en el gabinete que los acusados tenían en Barcelona. "Tras tomar consciencia de la facilidad con la que podían aprovecharse de la vulnerabilidad anímica y credulidad de la perjudicada, le anunciaron su muerte inminente (la suya y la de sus mascotas), profiriendo expresiones como 'no durarás una semana', 'has esperado mucho tiempo en acudir a nosotros', ' no creo que llegues a diciembre', 'tienes mal de ojo y llevas un muerto a la espalda'", señala la acusación.
Machado considera que los procesados se aprovecharon del "frágil estado mental depresivo de la perjudicada, la angustia generada y su veterana capacidad de manipulación previo temor fundado por una muerte venidera" para hacerle pagar 31.400 euros en tres pagos por un supuesto remedio, según ha recogido El Mundo.
La Fiscalía está de su parte
Ahora reclaman la devolución del dinero supuestamente estafado, que llevó a la víctima a tener problemas con el pago de la hipoteca, con la pensión alimenticia de su hija y que imposibilitó afrontar unas obras de urgencia en su domicilio, además de una multa y 8 años de prisión.
La decisión queda ahora en manos de la Audiencia de Barcelona, que debe decidir si se cometió o no la presunta estafa. Los acusados tienen de su parte a la Fiscalía, que considera que no hay indicios de que para contratar este servicio "los acusados hubieran engañado" a la denunciante.