En los placeres de la carne hay mucho terreno por explorar. La industria del orgasmo lo sabe bien y se afana por sacar todo tipo de productos que nos alegren un poquito la vida y nos hagan disfrutar tanto en pareja como en soledad. Porque sí, uno mismo también puede darse mucho placer y quedar, muchas veces, más satisfecho que en compañía.
Hasta hace no tanto, el sexo era cosa de hombres. El papel de la mujer se reducía a darles placer y ejercer de madres de los hijos que llegaran. Pero con la liberación de la mujer y el control de su sexualidad, la cosa cambió, pese a los tabúes que aun hoy en día pesan sobre ellas a la hora de disfrutar del sexo.
Teniendo en cuenta que, según un estudio, el 50% de los hombres no sabe dónde se sitúa la vagina en la anatomía de femenina, no es de extrañar que muchas mujeres acaben insatisfechas en sus relaciones sexuales con maromos (razón por la que las lesbianas tienen más orgasmos que las heterosexuales). Por esta razón, recurrir a juguetes sexuales acaba siendo de lo más habitual. Y el último invento en esta materia promete la plena felicidad a los clítoris de todas las mujeres del planeta.
Se llama Womanizer y, a diferencia de los juguetes tradicionales, no recurre ni a la penetración ni a la vibración sino que incorpora un sistema de succión que estimula el clítoris sin llegar a tocarlo. Invento de los dioses, vaya. En Strambotic lo han probado y el diagnóstico es unánime: "orgasmos increíbles", "es como si alguien te lamiera el clítoris pero bien hecho", "este chisme va a dejar obsoletos a los hombres"...
El secreto de Womanizer
Su creador, Michael Lenke, ha concedido una entrevista al medio anteriormente citado y ha reconocido que se lanzó al proyecto cuando descubrió "en un estudio sobre orgasmos que más del 50% de las mujeres tiene problemas para llegar al clímax". Aunque no ha habiado "ninguna innovación real en este campo en los últimos cien años", sólo le fueron necesarios dieciocho meses para crear el primer prototipo de Womanizer.
Lenke ha recordado en la entrevista que "el primer vibrador no se creó para dar placer sexual sino para curar la histeria" y se ha lamentado de que aun hoy en día "mucha gente no sabe que el 70% de las mujeres necesita también estimular su clítoris para alcanzar el orgasmo".
Brigitte, su mujer y con quien ha testado el revolucionario invento, ha manifestado en la entrevista que con los juguetes sexuales se puede disfrutar de la sexualidad "de un modo diferente y tener nuevas sensaciones". Ha respondudo también a la polémica generada sobre si Womanizer podría dejar obsoletos a los hombres: "Una relación sexual con alguien -sea hombre o mujer- nunca será obsoleta. Ni reemplazamos ni pretendemos sustituir la intimidad sexual con un compañero".
La pareja ya ha vendido más de un millón de unidades hasta la fecha, principalmente en el mercado europeo y en Estados Unidos. El secreto de su éxito se encuentra en la utilización de Pleasure Air Techology para ofrecer al clítoris un flujo de estimulación ajustable, sin llegar a tocarlo. El resultado es una nueva sensación de deseo que provoca poderosos orgasmos. ¿Te atreves a probarlo?