Probablemente 'Gran Hermano Revolution' fue una de las peores ediciones del reality de Telecinco. La caída en audiencias fue tal que el programa tuvo que acabar con la edición antes de lo previsto y, a partir de esta, no se ha vuelto a realizar un 'Gran Hermano' de anónimos. Además, el concurso vivió un grave escándalo con la presunta violación que sufrió Carlota Prado, concursante del programa, por uno de sus compañeros con el que habia comenzado una relación en Guadalix. Por este motivo, la jueza de Colmenar Viejo que ha investigado este caso ha terminaod la instrucción considerando que sí que existen indicios de abuso sexual.
En el auto de la investigación, publicado por El Confidencial, se afirma que en este vídeo se puede observar a José María López realizando movimientos bajo el edredón que "aparentemente pudieran consistir en penetraciones", mientras que Prado se encuentra tumbada "sin apenas moverse, boca arriba".
La situación sucedió tras una de las numerosas fiestas que se celebran en la casa. En ellas el propio programa les ofrecía alcohol a los concursantes por lo que, tal y como afirma el auto, Prado ingirió cuatro chupitos. Una vez ya en la cama "se observa una manipulación interna en la que José María pudiera ser que estuviera quitando los pantalones y las bragas a Carlota. Esta le comunicó, sin apenas fuerza, la frase 'no puedo', sacó uno de sus brazos del edredón y lo dejó caer contra la pared", afirma el auto.
"También se quitó la parte de arriba con dificultad y sacó una mano, posicionándola en vertical y recta hacia José María, en la que pudo manifestarle que parase su acción, la cual pudiera consistir en tocamientos de su cuerpo en base a las oscilaciones apreciadas", prosigue el auto.
La defensa de López recurrió este auto, sin embargo la Audiencia Provincial de Madrid ratificó la decisión al considerar que existen indicios de que "la conducta del recurrente pudiera ser constitutiva de un delito de abuso sexual".
Responsabilidades del programa
El hecho ya de por sí es estremecedor, pero que se produjese en un programa en el que durante 24 horas los concursantes son observados por la organización del concurso, es algo que aumenta la complejidad del caso, ya que tal como afirma el auto: "Tales actos, en total, permanecieron durante cinco minutos aproximadamente, concluyendo cuando María Robles Hurtado, 'súper' del referido programa, ordenó a estos que se colocaran bien los micrófonos y que Carlota acudiera al confesionario".
Esta omisión de socorro ha sido enormemente criticada y denunciada tanto por la victima como por la defensa del presunto agresor. Es por esto que la defensa del joven insiste en la inocencia de este y además pide responsabilidades para que los trabajadores del programa sean investigados, por no haber irrumpido antes en la casa tras lo sucedido: "El 'súper' está pendiente de lo que está pasando. Y creo que si hay un abuso, el 'súper' abre la puerta y saca a quien tenga que sacar, uno no se espera 17 horas para ir a denunciar" defiende la defensa de López.
Carlota Prado también crítica con gran severidad la forma en la que el programa actuó. Recordemos que la concursante no era realmente consciente de lo que había sucedido. No fue hasta el día siguiente cuando la concursante acudió al confesionario, donde vio las duras imágenes de la noche anterior: "Tendría que haber estado una persona a mi lado, un psicólogo o alguien que me ayudara a enfrentarme a esas imágenes tan duras", cuenta Prado. Tampoco entiende como habiendo tantas cámaras y personas viendo lo sucedido nadie actuó al momento: "Cada habitación de la casa tenía trampillas por las que el equipo del programa podía entrar de urgencia".