La jueza federal Colleen Kollar-Kotelly ha ordenado la paralizacion parcial de la orden que dio Donald Trump en junio y que prohibe a los transexuales servir en el Ejército de Estados Unidos. A raíz de la prohibición, muchas personas trans y organizaciones de defensa de este colectivo se animaron a denunciar la situación, presentando unos argumentos que la jueza consideró suficientemente válidos para ganar el caso y no dejar que Trump se salga con la suya.
Ahora, a la espera de la resolución, se ha paralizado la implementación de la orden de Trump en favor de la legislación anterior. De todas formas, la suspensión de la nueva normativa es parcial ya que los tratamientos de reasignación de sexo van a seguir paralizados por el momento a la espera de órdenes oficiales.
El trabajo de Obama
Para entrar en contexto debemos explicar que la norma que Trump ahora quiere volver a aplicar la eliminó Obama en el 2016. Como es un cambio que no precisa modificaciones legislativas, sino que es más bien administrativo, Barack Obama pudo hacerlo sin necesidad de llevarlo al Congreso. Empezó los trámites en 2015 de un proceso que aseguraban acabaría con la discriminación tránsfoba en el Ejército. Se creó un grupo de trabajadores dedicados a revisar las regulaciones militares y evaluar lo que implicaría el cambio desde un punto de vista jurídico, sanitario y administrativo.
Un año depués, en junio de 2016, llegaba el final de la prohibición, pero la aplicación real de esta nueva normativa se fue dando muy lentamente, hasta que llegó Trump, por lo que no dio tiempo prácticamente a hacerla efectiva. Eso sí, dio tiempo a que muchos militares transexuales dejaran de esconderse y dieran a conocer su realidad en el trabajo sin miedo a ser expulsados. No se ha llegado a saber el número exacto de peronas trans en el ejército, aunque entre militares en activo y reservistas, se calcula que serán unas 15.000.
La llegada de Trump
Una vez llegado a la Casa Blanca y contando con plenos poderes, Donald Trump empezó su campaña anti-LGTBI, con un claro objetivo contra el colectivo transexual. En julio de este año Trump anunció la vuelta de la prohibición de la transexualidad en el Ejército, que se hizo efectiva pocas semanas después con una orden enviada a los departamentos de Interior y de Defensa.
En el documento del comunicado, critica la decisión de Obama de dejar a las personas transexuales formar parte del ejército y pone fin al proceso de aplicación de la normativa antidiscriminatoria, prohibiendo la entrada de nuevas personas trans al ejército, volviendo a la normativa anterior a junio de 2016 y, sobretodo, interrumpiendo la financiación de los tratameintos de reasignación que se contemplaban en la normativa del anterior Gobierno (excepto aquellos que se encuentren en pleno proceso).
Quedaban así muchas incógnitas por resolver, como qué iba a pasar con los militares que habían reconocido públicamente su transexualidad. Entonces, aseguraron que tanto Defensa como Interior se encargarían de evaluar cada caso y decidir qué era lo mejor para el Ejército. Además, los secretarios de los dos departamentos van a presentar el 23 de marzo de 2018 un plan detallado sobre el procedimiento de la reubicación/expulsión de los militares trans.
La actuación de la justicia
La decisión de Trump pilló al colectivo LGTBI por sorpresa, ya que se creía que Trump iba a ser menos radical. Se contemplaba la clara posibilidad (ya asumida como una realidad) de que Trump eliminase los gastos de reasignación de sexo de los miembros del Ejército, pero no se imaginaban que fuese a ser tan radical como para decidir vetarlos del cuerpo militar directamente.
Pero el presidente de Estados Unidos también está sufriendo difcicultades, como la reciente encontrada oposición de políticos que se le han hechado encima y las demandas judiciales que están presentando los afectados. Consideran que la orden que ha dado el Presidente viola la 5ª enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza el derecho al trato igualitario por la ley y al debido proceso judicial.
Por eso la jueza federal Colleen Kollar-Kotelly, que cree que los transexuales tienen las de ganar ante la ley, ha suspendido de manera cautelar la aplicación de la orden de Trump a pesar de que no puede paralizar la suspensión de todas la medidas, como la de suspender los tratamientos de reasignación.
Las organizaciones que luchan por los derechos del colectivo LGTB se muestran optimistas respecto a la suspensión de la orden y van a seguir luchando por sus derechos: "Esta es la primera decisión que tumba la prohibición del presidente Trump, pero no será la última. Los tribunales federales reconocen lo que todo el mundo ya sabe: que la decisión impulsiva del presidente Trump de prohibir a las personas transexuales servir en el Ejército es manifiestamente inconstitucional".