Crystal Abelseth tenía solo 16 años cuando fue violada. Semanas después del traumático incidente descubrió que estaba embarazada de su agresor. Ahora, un juez de Louisiana (Estados Unidos) ha dictaminado que debe entregar a su hija al agresor como custodia compartida. Además, le obliga también a pagar una pensión alimentaria al hombre así como a hacerse cargo de todos los gastos del juicio.
Él reclamó "sus derechos como padre"
Crystal y John Barnes se conocieron en una fiesta y él después dijo que la acompañaría a casa. Por entonces ella tenía 16 años y él 30. "En lugar de llevarme a mi casa, me llevó a la suya y, una vez allí, me violó en el sofá", explica la víctima. Esa misma noche la joven se quedó embarazada a causa de la violación y, aún siendo tan joven, decidió tener al bebé.
Ante el resto de personas, ella nunca confesó lo que había pasado y quién era el verdadero padre de la niña. "Todos asumieron que era de un novio y les dejé que lo creyeran", cuenta la joven. No contento con eso, el agresor volvió a aparecer en la vida de Crystal cinco años después y, sospechando que la niña podía ser suya, reclamó sus derechos como padre.
El agresor tenía pensado demostrar su paternidad realizando una prueba de ADN y, posteriormente, quitarle la custodia de la niña a Crystal. Y lo que parecía imposible, lamentablemente se ha hecho realidad. Una jueza decidió entonces darle la custodia compartida a ambos.
Confesó haber sido violada y perdió la custodia completa
Tras la sentencia, Crystal decidió recurrir ya que se negaba en rotundo a que su hija conviviera con un violador. En su recurso, la víctima confesó todo lo que había pasado esa noche cuando tenía 16 años y cómo ella había sufrido una violación por parte del que se presentaba ahora como padre del bebé. Lo que debería haber sido una jarra de sentido común sobre los magistrados y demostraba la importancia de no dejar al bebé con un agresor, parece que no fue así. E incluso acabó siendo peor.
Tras confesar la violación, el juez ha decidido quitarle la custodia por completo a Crystal y entregársela a su padre. Al parecer, el agresor podía tener contactos que influenciaron en la decisión. "Me amenazó en varias ocasiones, diciendo que tenía contactos en el sistema legal y que debía tener cuidado porque me la podía quitar las veces que quisiera", cuenta Crystal en una entrevista con el New York Post.
Crystal Abelseth ha confesado sentirse desprotegida en todo momento por la justicia y que no ha sido escuchada. "No me asignaron nunca a ningún detective ni se hizo ninguna investigación", lamenta la víctima. Los registros judiciales en relación con el caso de violación fueron sellados inexplicablemente y ahora a Crystal solo le queda luchar a través de los medios y de la opinión pública para poder recuperar a su hija y, sobretodo, para alejarla de su violador.