El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería ha acordado la apertura del juicio oral contra Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del menor Gabriel Cruz. Dentro de estas diligencias, se ha decretado que se tenga en cuenta el testimonio del atestado realizado por la Guardia Civil en relación al fallecimiento de la hija de esta, en Burgos.
Esta diligencia se ha incluido en el auto de apertura del juicio oral contra Quezada. Fueron los padres de Gabriel Cruz, Ángel y Patricia, los que anunciaron que iban a solicitar que se incorporase el testimonio de actuaciones que se llevó a cabo en Burgos, en relación con la muerte de la hija de la expareja del padre del niño fallecido en febrero de 2018.
Según La Vanguardia, en una comparecencia ante los medios, la madre del pequeño, Patricia Ramírez, explicó que tenían previsto solicitarlo durante la audiencia previa a la apertura del juicio oral, que se suspendió a petición de la defensa de Quezada.
Aunque hayan "pasado muchos años", querían que se incorporase esta petición, porque están convencidos de que la "historia de Burgos tiene mucho que ver" con la muerte de su hijo. Ramírez insistió en que "como padres, a todo lo que nos podamos agarrar de manera legal para que no pueda hacer daño, siempre en base a la legalidad y al buen proceder, lo vamos a hacer".
Diferentes versiones y sospechas
Unos informes del Instituto Armado consultados por Efe, y que se han incluido en el sumario de la causa, recogen las declaraciones de un tío de la procesada en las que afirmaba que su sobrina declaraba "algo distinto" cada vez que contaba cómo se produjo el accidente en el que su hija perdió la vida. Fue el marido de una tía de Ana Julia el que se puso en contacto con la Guardia Civil para comunicarle sus sospechas sobre las dudosas causas de la muerte de la pequeña. Al hombre le llamó la atención la "falta de empatía con lo sucedido" de la sospechosa.
Quezada contó a su familia que su hija pequeña, a la que acababa de traer de República Dominicana, se había caído por la ventana desde un séptimo piso. Aunque a algunos familiares les resultó "rara" la versión de Ana Julia, el juez decidió que "había sido un accidente".
Cuando murió la niña, Quezada vivía con uno de sus exmaridos, que aseguró que la pequeña solía escapar por una ventana de una chabola en República Dominicana. Este hombre relató que la menor dormía en una habitación junto a la hija de ambos, y que fue él quien se dio cuenta de que la fallecida no estaba cuando fue a despertarlas por la mañana.
Él fue el primero en acceder al patio al que se había precipitado la niña, y cuando llegó ella ya estaba "fría". También declaró que a su entonces pareja le dio "un ataque de ansiedad y no sabía qué hacer".