La trama del comisario José Villarejo, en la cárcel desde noviembre del año pasado acusado de organización criminal, cohecho y blanqueo de dinero en el marco de la Operación Tándem, no ha hecho más que comenzar. La última acción del juez de la Audiencia Nacional, Diego de Egea, pretende descubrir quién era el 'topo' en el Ministerio de Hacienda que le facilitó los datos tributarios de un bufete en 2013.
Gracias a estas informaciones, Villarejo pudo realizar un informe sobre una empresa especializada en patentes y marcas a cargo de una firma rival, Herrero y Asociados. Este bufete, que cuenta ya con algunos socios imputados, quería saber si la competencia se había llevado consigo a algunos de sus socios tras desligarse de la compañía.
Villarejo, por aquel entonces miembro de la polémica Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía, pidió 625.000 euros por el informe, de los cuales se tiene constancia del pago de al menos 300.000. Dadas las irregularidades del proceso investigatorio con las que llevaría a cabo el informe, Villarejo empleó cuatro de sus empresas para recibir el montante de Herrero y Asociados, con conceptos como "consultoría informática" o "servicios jurídicos" a la hora de explicar la operación.
La alta suma de dinero exigida por el comisario es consecuencia de los contactos que mantenía "dentro" de los organismos públicos, a quienes tenía que pagar a cambio de la valiosa información. Entre ellos, el juez De Egea sospecha que pudo haber policías, empleados bancarios y el funcionario de Hacienda que ahora busca.
Un informe sobre Guinea Ecuatorial, el causante de su caída en desgracia
La investigación en torno a José Villarejo comenzó en abril de 2017, cuando un mensaje anónimo alertó a la Fiscalía de los movimientos ilegales del comisario. En el caso especificado en la denuncia, se trataba de un informe sobre uno de los hijos del presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang solicitado por un alto cargo de ese país.
El objetivo de ese dossier era descubrir los trapos sucios de Gabriel Mbaga Obiang y sacarlos a la luz para asestarle un golpe definitivo en las luchas familiares por el poder que existen actualmente en Guinea. El caso se derivó a la Audiencia Nacional, que comenzó entonces a estudiar en profundidad la figura y actividaes de Villarejo. Hasta hoy.