Entre el 7 y el 18 de septiembre tendrán lugar los XV Juegos Paralímpicos. Se celebrarán en Río de Janeiro, justo en las mismas instalaciones en las que ya han tenido lugar los Juegos Olímpicos. Durante esos once días, más de 4.300 deportistas, procedentes de casi 200 países, se enfrentarán en distintas pruebas. Podremos ver, en total, veintidós deportes diferentes: atletismo, baloncesto, boccia, ciclismo, esgrima, fútbol cinco, fútbol siete, goalball, judo, halterofilia, hípica, natación, remo, tenis de mesa, tenis, tiro con arco, tiro olímpico, rugby, vela, voleibol, piragüismo y triatlón. Estos dos últimos deportes es la primera vez que se introducen en unos Juegos Paralímpicos.
Los atletas tendrán que luchar por las más de quinientas medallas, que se repartirán entre pruebas destinadas a los hombres, pruebas destinadas a las mujeres e, incluso, algunas pruebas mixtas. Básicamente, estamos hablando de unos segundos Juegos Olímpicos; no obstante, no han conseguido despertar la misma emoción que los que ya hemos presenciado. La cobertura mediática no está siendo la misma, y estos deportistas no están teniendo la misma visibilidad que sus compañeros Olímpicos.
Estos Juegos Paralímpicos se consideran ya los más internacionales de toda la historia, debido a la representación que hay de todos los países. Pese a eso, han estado a punto de no ser celebrados, debido a la falta de financiación. El Comité Paralímpico Internacional informó en su momento de que, debido a que los Juegos Olímpicos habían supuesto unos gastos excesivos para Brasil, ellos han tenido que recortar en algunos servicios que se consideraban básicos.
Por ejemplo, han tenido que recortar en personal, cerrar algunos centros de prensa, y cambiar servicios de transportes tanto para los deportistas que van a participar como para sus equipos y sus acompañantes. Una vez más, se ha dado más importancia a los Juegos Olímpicos, haciendo que esto perjudique seriamente a los Juegos Paralímpicos. El presidente del Comité Paralímpico Internacional, Phil Craven, ha señalado que "nunca, en sus cincuenta y seis años de historia, los Juegos Paralímpicos han afrontado circunstancias como estas". Pero han conseguido ir saltando todos los obstáculos, y han conseguido que el Ayuntamiento de Río aporte 150 millones de reales como financiación adicional; por su parte, algunas empresas brasileñas han aportado unos 100 millones de reales a cambio de publicidad. Estos 250 millones de reales representan más de 60 millones de euros.
Desgraciadamente, continúa lejos del dinero destinado para los Juegos Olímpicos. El gasto en infraestructuras iniciales ha sido de más de 7.000 millones de dólares - aunque bien es cierto que esta infraestructura sirve tanto para los Juegos Olímpicos como para los Juegos Paralímpicos. El costo del evento fue de unos 4.200 millones de reales; ante esto, los 250 millones de reales parecen una simple propina.
Además, los atletas paralímpicos no tienen la misma visibilidad, y no se encuentran en igualdad de condiciones a nivel mediático; esto es algo que se puede observar desde el momento de la financiación. No obstante, las trabas no parecen interponerse en su camino ya que ellos continúan dispuestos a demostrar que valen exactamente lo mismo que cualquier otro atleta. Con empeño, y fuerza, consiguen batir récords. Por ejemplo, en el año 2012, Jason Smyth consiguió recorrer los 100 metros de la pista de atletismo en tan solo 10 segundos y 46 milésimas. Así, se sitúa tres milésimas por debajo de la atleta Florence Griffith Joyner, que es la que ostenta el récord mundial en la categoría femenina. En su categoría, en la masculina, el ganador sería Usain Bolt, con un tiempo de 9 segundos y 58 milésimas.
Este año hay unanovedad añadida que debería tenerse en cuenta en estos Juegos Paralímpicos. Al igual que en los Juegos Olímpicos, participarán en las pruebas un equipo de refugiados con discapacidad, comprometiéndose el Comité Paralímpico Internacional a respetar la petición de los atletas de mantener la confidencialidad en cuanto a su residencia, y su vida en general. Por ejemplo, podremos ver nadar al sirio Ibrahim Al Hussein, que perdió su pierna tras sufrir un bombardeo en Siria. A su vez, también veremos lanzar el disco a Shahrad Nasajpour, procedente de Irán, y que solicitó el asilo en Estados Unidos; Nasajpour sufre parálisis cerebral.
Por desgracia, y pese a que hay más de 25.000 voluntarios trabajando en el proyecto, vuelve a suceder lo mismo que años anteriores. No se le da la misma importancia que a los Juegos Olímpicos. Los medios no les conceden el mismo espacio, ni en televisión a la hora de hablar de las pruebas, ni en medios digitales o escritos a la hora de hacer análisis más detallados. No se les da la suficiente visibilidad, pese a que sus récords, como ya hemos visto, son igual de impresionantes que los de los atletas que no sufren ningún tipo de discapacidad.
Si queréis verlos, serán televisados a través de Teledeporte y Radio Televisión Española. Probablemente, el espacio que se le dedique en otros medios masivos de comunicación, o en otras cadenas, sea mucho menor que el que se ha dedicado a los Juegos Olímpicos. Aunque, por suerte, internet permite que estas diferencias se vayan reduciendo gracias a los medios online que, seguramente, sí se encarguen de ir retransmitiendo las diferentes pruebas.