El caso de Juana Rivas todavía sigue en la actualidad de la sociedad. Esta madre de dos niños estuvo desaparecida durante casi un mes el pasado verano para tratar de no entregarle sus hijos a su ex marido italiano, Francesco Arcuri. Este suceso se produjo tras haber huido con ellos de Italia debido a los presuntos maltratos a los que era sometida por parte de su ex pareja. Sin embargo, finalmente se presentó ante la justicia y los niños fueron entregados a Arcuri.
Ahora, para continuar su batalla legal y recuperar a los niños, Rivas ha decidido lanzar una campaña mediática de crowdfunding a través de Internet y solicitar ayuda económica a todas las personas que quieran colaborar con su causa para asegurarse de que el proceso judicial cumpla con unas garantías mínimas y que no decaiga por no disponer de los recursos económicos suficientes.
60.000 euros para sufragar los costes judiciales
"Hola, soy Juana Rivas. Creo que ya me conocéis muchos de vosotros. Quería daros las gracias por todo el apoyo que estoy recibiendo, tanto en redes como por la calle...". Con este mensaje, esta madre luchadora se dirigía a todos los internautas para agradecer su apoyo y solicitar ayuda económica que le permita continuar con su proceso judicial hasta lograr que le devuelvan a sus hijos.
Esta campaña de mecenazgo comenzaba el pasado 26 de septiembre y ha sido impulsada por la plataforma digital GoFundMe. El objetivo de Rivas es conseguir hasta 60.000 euros. Por ahora, 87 ciudadanos han colaborado y se han recaudado más de 3.500 euros. Entre los donantes se encuentra Francisca Granados -que ha donado 100 euros-, responsable del área de igualdad del Ayuntamiento de Maracena (Granada). Granados se encuentra siendo investigada por su presunta participación en un delito de sustracción de menores en referencia a la desaparición de Rivas.
En el comunicado lanzado a través de la página web, Rivas asegura que necesita esta cantidad para continuar defendiéndose de Arcuri en los tribunales ya que ella no puede cubrir sola "los gastos de abogados, procuradores, trámites, traducciones, certificados, viajes..." y un listado de acciones que tiene que llevar a cabo para continuar su lucha.
Esta madre de Maracena asegura que irá subiendo puntualmente todas las facturas para acreditar los gastos que se vayan produciendo con el dinero que es recaudado. Asimismo, asegura que, en caso de que el proceso judicial finalizara antes de lo previsto, todo el dinero que sobrara quedaría a buen recaudo ya que lo donarían a otras mujeres para que afronten "una defensa digna" y pueda "darles esperanzas de que se puede salir de la violencia" machista.
"La gente de GoFundMe se ha ofrecido generosamente a ayudarme a conseguir el dinero que me permita continuar la lucha. Ellos canalizarán lo que entre todos podamos reunir y me lo enviarán directamente a mi cuenta personal, según tenga que hacer los pagos, destinados a defender y proteger mi familia", afirma Rivas en la campaña de crowdfunding iniciada en la citada web.
Esta campaña también ha supuesto la apertura de una cuenta personal de Juana Rivas en la red social Twitter donde en un primer mensaje agradeció el apoyo que le han dado hasta ahora:
Hola, este es mi primer tweet de agradecimiento. Muchísimas gracias a todas las personas que me estáis apoyando. De corazón, gracias.
— Juana Rivas (@JuanaRivasLucha) 9 de octubre de 2017
Los varapalos de la justicia a Juana Rivas
Desde que todo el mundo conociera el caso más mediático relacionado con la violencia de género, Juana Rivas no ha tenido en varias ocasiones la justicia de su lado. Recientemente, esta madre recibía un nuevo varapalo judicial, tras tener que entregar a sus hijos al ex marido condenado por lesiones en 2009.
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada desestimó un recurso presentado por la defensa de Rivas en la que se solicitaba la reapertura de las diligencias por los malos tratos que tuvo que soportar. La justicia española rechazaba así la petición aludiendo a que no tiene jurisprudencia para juzgar estos acontecimientos de violencia machista debido a que los hechos ocurrieron en Italia y, por tanto, no podían ser tratados por los tribunales de España.
