El acto Juan José Ballesta ha sido exonerado por decisión de la jueza que le investigaba por una presunta agresión sexual. Una decisión que pone fin a la causa por la que denuncia que había sido vetado en multitud de trabajos: "Me han crucificado", ha denunciado el intérprete.
El proceso judicial arrancó en agosto de 2023, cuando una vecina de Parla (Madrid) denunció al intérprete ey otro hombre por presuntas violaciones que se habrían producido en julio. La mujer, de 47 años, ingresó en un centro psiquiátrico tras un brote psicótico y desde allí interpuso la denuncia que luego ratificó.
Ahora, la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Parla ha decretado concluir el procedimiento sin procesar a los investigados porque no ha encontrado pruebas que les incriminen. El único paso se encuentra ahora en manos de la Audiencia Provincial, que archivará la causa ante la falta de competencia de la jueza, algo en lo que confía Ballesta.
"Me decían 'no trabajamos con agresores sexuales'"
El intérprete, al que ahora exonera la jueza de todo delito, denuncia haber sufrido un calvario personal sin presunción de inocencia, cuando estaba siendo investigado pero nunca se estableció una sentencia que lo condenase.
"Me decían 'no trabajamos con agresores sexuales', me han cerrado puertas, me han crucificado", ha denunciado en una rueda de prensa, donde ha señalado a muchas personas que arremetieron en contra de él, tanto en persona como en redes sociales.
En cuanto a si se plantearía ejercer acciones legales contra la demandante, una mujer paciente de esquizofrenia, el actor ha negado esta posibilidad. "Todo el mundo tiene derecho a equivocarse", ha manifestado, a la vez que ha "perdonado" la demanda.
El auto de la jueza destaca "la concurrencia de hasta tres versiones distintas, dos en dependencias policiales y una en sede judicial" y que su versión "no se sostiene por ningún extremo". En el documento explica que la mujer "atribuye la comisión de dos delitos de agresión sexual a ambos investigados" y que no aprecia "motivación espuria o mal querencia" ni "falsedad consciente" en la denuncia.
"Si bien no puede hablarse de una falsedad consciente, concurren en el presente caso motivos para considerar que los hechos referidos por la misma (denunciante) puedan ser a consecuencia de sus problemas de salud mental, la falta de medicación y el consumo de sustancias estupefacientes y bebidas alcohólicas que ella misma reconoció", destaca en el escrito.
La magistrada también determina que no existen "indicios racionales de criminalidad frente a ambos investigados", que habían negado siempre todos los hechos que se les imputaron. El intérprete afirmó que no conocía a la denunciante ni había estado con ella, mientras que el otro investigado negó la agresión sexual.