"La calle estaba vacía y muy oscura (...). Al principio escuchamos gritos pero no les dimos bastante importancia. Pero, a medida que subíamos calle arriba, el volumen de los gritos iba creciendo (...). Una vez ya en la parte alta de la calle, empezamos a escuchar los gritos más fuertes y echamos a andar algo más rápido. Eran más y más fuertes cada vez. Al llegar al cruce entramos en el campo visual de la chica. Vimos que el maletero estaba abierto, que el hombre forcejeaba con ella y que tenía todo el cuerpo metido dentro menos las piernas".
Así comienza el relato de los dos jóvenes que salvaron a una chica de un nuevo secuestro por parte de 'El Chicle' la noche del 25 de diciembre, y que ha sido recogido por Antena 3 y El Español. Los chicos, tras observar la escena, deciden actuar rápidamente e ir hacia el coche, cuando ella les advierte: "¡Cuidado, que lleva un cuchillo!".
Con la situación descontrolada, 'El Chicle' suelta a la víctima, que corre directa hacia los chicos: "Cuando la deja, se nos queda mirando cuatro o cinco segundos", cuenta uno de ellos. "Nunca voy a olvidar su cara".
En estado de shock, y ante la posibilidad de que pudiera usar su cuchillo, los jóvenes deciden no ir a por 'El Chicle'. Tampoco él hace nada más allá de subir bruscamente al Alfa Romeo de su mujer e huir. La chica, en un estado de nervios propio de la situación, pide a gritos a los jóvenes que apunten la matrícula. La otra gran prueba para culpar a José Enrique Abuín también es gracias a ella, pero esta vez de forma inconsciente: el audio que se grabó sin querer en medio de su pelea con 'El Chicle' fue clave para que la esposa de Abuín se derrumbase.
"Le pudo pasar a cualquiera"
Una vez a salvo, en el bar más cercano, la víctima cuenta a los dos chicos lo que pasó. Mientras hablaba por WhatsApp con una amiga, tuvo la mala suerte de toparse con 'El Chicle'. Porque, como ella misma relata, José Enrique no tenía un objetivo fijo, iba a por la primera chica que se cruzara en su camino:
"Estaba esperando, al acecho. Tenía abierta la puerta del piloto y la puerta del maletero. Y yo no le conocía de nada. Estaba allí de pie, esperando. Le pudo pasar a cualquiera".
Su forcejeo fue fundamental para que les diera tiempo a los jóvenes a llegar al lugar. Por tanto, ellos lo tienen claro cuando son catalogados como héroes: "La que más mérito tiene es la chica, porque aguantó y resistió como nadie. Ella es la única heroína aquí".
