La anécdota que se ha hecho viral en todas las redes sociales. Esta es la historia de Haizea, la joven de 21 años que, recién llegada de la universidad, decidió comer unas inofensivas lonchas de jamón cocido.
Resultó que estas lonchas no eran tan inofensivas, pues la última porción se le quedó atrapada en la garganta, por lo que le cortaba la respiración. Ante esta situación límite, la joven fue al baño a intentar sacarse el trozo de jamón con la mano, pero no le fue posible, y el ahogo no hacía más que aumentar.
"No podía respirar Estaba desesperada" afirma la chica en su TikTok. Entonces, decidió coger su cepillo de dientes para realizar la maniobra y salvar su vida, con la mala suerte de que después no pudo sacar el cepillo de nuevo, por lo que acabó tragándoselo. Aunque ahora sí que podría respirar, se enfrentaba a otro problema.
Tres horas de espera
Ya con el cepillo de dientes en la zona del esófago, avisó a su padre y a su abuela para que la llevasen a urgencias: "Todos flipando, no se lo podían creer hasta que vieron las radiografías y se veían las cerdas del cepillo de dientes".
En su vídeo cuenta que, ya que podía respirar, estuvo esperando hasta tres horas en un box para que pudieran intervenirla. Finalmente, mediante una gastroscopia, lograron extraer el objeto. Tras los 40 minutos de operación, Haizea explica cómo se despertó con el cepillo de dientes en una bolsa pegado en el cabecero de la cama, como si de un trofeo se tratara. En el informe consta que se trataba de un cepillo de "más de 20 centímetros de longitud", pero que se logró extirpar "sin observar lesiones traumáticas".
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En redes sociales los usuarios no daban crédito de la situación. Muchos llegaron a preguntarse cómo podía ser que se ahogara con el jamón pero no con el cepillo. La joven explicó que al tragarse el cepillo, el jamón se desplazó hacia el esófago, por lo que pudo ir más tranquila a explicarle a su padre lo que le estaba pasando. En sus redes la chica ha subido fotos tanto del parte médico con fecha en el 29 de noviembre como de su cepillo de dientes.
Aunque ha contado su anécdota con humor, también ha lanzado un mensaje: "Es una anécdota un poco peculiar. Pero ya sabéis que no tenéis que hacer esto, en ningún momento se os ocurra usar un cepillo de dientes si os estáis atragantando porque es ilógico, pero yo estaba muy nerviosa".
