Boriska Kipriyanovich, un joven ruso de 21 años, era el centro de atención de todos sus profesores: contaba con unos conocimientos matemáticos y científicos, así como una capacidad de aprendizaje fuera de lo normal. Llegó a comenzar a hablar y escribir con 18 meses, tal y como revela The Sun.
El joven cuenta con un prometedor futuro a su alcance gracias a sus capacidades, pero ahora ha dejado a todo el mundo estupefacto: asegura, nada menos, que nació en Marte y que fue enviado a La Tierra para salvar a la humanidad. Y sus padres no le contradicen: aseguran que desde su más tierna infancia tuvo un fuerte conocimiento del sistema planetario y la posición de las estrellas.
El relato de Boriska no ha dejado a nadie indiferente, y prácticamente todo el que lea este artículo pensará que estamos ante un lunático. Aunque, lo cierto, es que no deja ningún resquicio de detalles.
Según sus propias palabras, el joven nació en Marte, donde convivía con aliens de dos metros cuya civilización se destruyó como consecuencia de la guerra y una catástrofe nuclear.
Por todo ello, se vio obligado a huir de Marte aprovechando sus conocimientos como piloto y llegó a nuestro planeta gracias a un viaje en el tiempo. Junto con sus compañeros supervivientes, vivió bajo tierra hasta que, finalmente, en 1996, consiguió volver a nacer.
Todo lujo de detalles
Borinska asegura que forma parte de los denominados como 'Niños Índigo', que huyeron como él de Marte y que viven escondido a lo largo y ancho de La Tierra, ocultando su identidad por miedo a represalias.
Muchas de las personas que escuchan su relato recelan de sus palabras, pero más de uno opina que pueden tener cierta credibilidad si se tienen en cuenta sus especiales habilidades intelectuales.
Su argumento no se queda corto. Según relató al periódico Daily Star, el secreto de la humanidad se encuentra en realidad escondido en las pirámides de Egipto: "La vida humana cambiará cuando se abra la Esfinge, que tiene un mecanismo de apertura detrás de la oreja. No recuerdo exactamente en qué parte", asegura.
Borinska teme que lo que sucedió en Marte se reproduzca en La Tierra como consecuencia del recrudecimiento del conflicto entre Corea del Norte y Estados Unidos. Asegura que todos afrontaremos un destino "apocalíptico" si hacemos caso omiso a sus advertencias.
Vida en Marte
A pesar de la destrucción que enfrentó Marte por las guerras entre sus habitantes, Borinska asegura que el planeta rojo aún alberga vida. Son seres que se alimentan de dióxido de carbono, por lo que no podrían vivir en nuestro planeta si, como él, no renacen adaptados a las condiciones de La Tierra (sic).
En Marte fue un importante conductor de naves espaciales. Estos artilugios, de forma triangular, permiten recorrer todo el Espacio Exterior: "Viajábamos en el tiempo y el espacio volando y podíamos observar La Tierra desde nuestras naves. Eran muy complicadas de manejar".
Sus padres aseguran que desde pequeño comenzó a hablar sobre Marte y que mostró siempre un amplio conocimiento en torno al sistema planetario y las estrellas.