Se trata de un caso poco habitual, hasta el punto de que se trata de la primera vez que ocurre en Europa. Lo que ha vivido Francesco, un joven milanés de 18 años, ha sido toda una vuelta a la vida: el coronavirus le destrozó por completo los pulmones, hasta el punto de que solo ha podido salvarse gracias a un transplante recibido en el último minuto.
Su particular pesadilla comenzó el pasado 2 de marfzo, cuando empezó a sufrir una fiebre repentina. Cuatro días después, el 6 de marzo, fue ingresado en el hospital San Raffaele de Milán, en la UCI.
Al contrario de lo que suele ocurrir con los pacientes jóvenes, que pasan la enfermedad con un cuadro leve, Francesco no mejoró. Dos días después de llegar al hospital tuvo que ser intubado porque el coronavirus, literalmente, estaba destrozando sus pulmones.
No había nada de patologías previas y el joven de 18 años gozaba, en teoría, de una salud extraordinaria, de ahí que los médicos no entendiesen qué le estaba sucediendo para padecer un cuadro de estas características.
Lejos de mejorar, con el paso de los días su vida fue apagándose. De hecho, llegaron a preparar a la familia para lo peor: "Me dijeron que solo un milagro podía salvar su vida", ha relatado una familiar del joven.
El 23 de marzo, la situación ya era límite. Los médicos tuvieron que conectarlo a la máquina ECMO, un dispositivo de oxigenación extracorpórea, al que estuvo conectado dos meses. Además, le indujeron el coma para que no sintiera más, porque sus pulmones estaban "quemados", irreparablemente dañados y con poca perspectiva de experimentar cualquier tipo de mejoría.
Un rayo de esperanza
En medio de la desesperación, los médicos tomaron una decisión: un trasplante. Se trata de una opción que solo se había llevado a cabo hasta la fecha en China, donde comenzó la pandemia, pero que era la única oportunidad de salvar la vida a este joven.
El transplante se ha ejecutado con éxito y, a pesar de que su situación ahora es "delicada", el joven está mejor: despierto, colaborando con los médicos, sigue la fisioterapia y se le quita lentamente el respirador.
Ha permanecido durante 58 días intubado y asistido por las máquinas, por lo que ahora le espera un largo proceso de rehabilitación con el objetivo de volver a la normalidad en la medida de lo posible.
Pulmones 'quemados'
Cuando extrajeron los pulmones del joven, pudieron comprobar los daños que el coronavirus puede llegar a generar en el organismo. "Los pulmones parecían de madera, extremadamente pesados y en algunas áreas completamente destruidos. Un daño generalizado a los alvéolos pulmonares, incapaces de realizar su función, lo que se confirmó en un examen microscópico", ha manifestado el profesor Nosotti, director de la Escuela de Especialización en Cirugía Torácica de la Universidad de Milán.
Nosotti ha destacado el trabajo de los profesionales del hospital de San Raffaele, cuya implicación en este caso ha sido determinante para salvar la vida del joven: "Además de las capacidades técnicas, debo destacar la perseverancia y el coraje de los colegas del hospital San Raffaele que, en lugar de rendirse, nos han involucrado en una solución nunca antes vista en el mundo occidental. Nuestra experiencia está inspirada en la del profesor Jing-Yu Chen del hospital de Wuxi, en China, a quien conocemos personalmente y con quien discutimos algunos aspectos técnicos, ya que por razones obvias afrontó el problema antes que nosotros".
