Brie Duval, una joven australiana de 25 años, pasó un mes en coma fruto de un grave accidente. El trágico suceso ocurrió en Canadá, donde se había mudado por trabajo y donde mantenía una relación de pareja. Sin embargo, todo se vino abajo cuando, después de una salida nocturna, cayó desde una gran altura desde unos aparcamientos en construcción.
La joven rápidamente fue trasladada en avión hasta el Hospital de Alberta, donde fue ingresada en la UCI debido a una lesión cerebral y con una gran cantidad de huesos rotos. Debido a la gravedad de sus lesiones, los médicos le notificaron a su madre que solo tenía un 10% de posibilidades de que se recuperara tras la caída. A pesar de ello, los padres se negaron a que la desconectaran del soporte vital que la mantenía con vida.
Tres semanas después, Duval comenzó a mostrar signos de mejora. Cuando cumplió un mes en la cama del hospital, la joven finalmente despertó. Sin embargo, tenía un cuadro de amnesia por el que no recordaba nada, algo que fue solucionando con el paso de los días.
Cuando finalmente recuperó la memoria, los médicos le devolvieron su teléfono, momento en el que descubrió una noticia que le generó una gran desesperanza: su pareja durante los últimos cuatro años le había bloqueado de todas las redes sociales y se había mudado con otra persona.
"Por favor, no lo contactes"
"Abrí mi teléfono para enviarle un mensaje cuando aparece uno de esta mujer que dice que 'ahora estoy con (nombre de su pareja)'. Vive conmigo y mi hijo, por favor, no lo contactes", explicó Duval en declaraciones al diario The Mirror.
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Además de estos hechos, la joven no pudo ver a su familia como consecuencia de las fuertes restricciones derivadas del cierre de fronteras por la pandemia del coronavirus. Según relató al citado medio, "mi madre y mi padre pidieron un permiso especial para despedirse de mí porque las cosas pintaban muy mal en ese momento. Se negaron, no les dieron una oportunidad y no les dieron una razón".
Cinco meses después de su ingreso, Brie logró recuperarse y volver a Australia para estar más cerca de su familia. "Luché mucho, tuve una experiencia cercana a la muerte. Estaba confundida, tenía miedo y literalmente lloraba todos los días. Definitivamente fue algo que nunca quiero volver a vivir y no quiero separarme de mi familia otra vez", relató.
Ahora, la joven realiza vídeos en TikTok, donde comparte su experiencia sobre cómo es vivir con una lesión cerebral y el hacer tareas simples de manera diaria, donde ya acumula más de 17.000 seguidores.
