La joven siciliana Agata Margaret Spada murió el pasado 7 de noviembre tras una operación de rinoplastia en una clínica italiana con la que contactó por un anuncio de Tik Tok. La joven falleció tras pasar tres días en coma después de la operación realizada por el cirujano Marco Antonio Procopio. Una de las hipótesis principales de la muerte apunta a un posible shock anafiláctico tras una reacción alérgica a la anestesia local recibida.
La intervención no quedó registrada
El consultorio médico pertenece a Raffaello Procopio y entre las personas bajo investigación por los hechos ocurridos se encuentran el hijo del dueño, Marco Antonio, y otro médico. Tras la investigación, no se encontraron documentos en la clínica que informasen de la intervención, ni ningún tipo de registro que recogiese los consentimientos de la joven para el procedimiento.
La clínica ubicada en el barrio romano de Via Cesare Pavese anunciaba intervenciones poco invasivas de 20 minutos y sin dejar cicatrices. Esta clínica no contaba con placa ni letrero externo, ni con autorizaciones sanitarias válidas.
La joven expuso sentimientos de malestar treinta minutos después de recibir la anestesia local. Pese a los intentos de reanimación, que quedaron registrados por el novio de la afectada en un vídeo de diez segundos, y el traslado al Hospital Sant´Eugenio, la joven permaneció en coma tres días hasta la declaración de su muerte.
Tras los hechos acontecidos, el presidente de la república italiana, Sergio Mattarella, advierte que «hay que evitar el riesgo de confiar en la web como si fuera el médico de confianza».
La investigación se mantiene abierta para comprobar si en el momento del accidente se encontraban presentes todos los instrumentos de rehabilitación necesarios y los medicamentos para este tipo de reacción alérgica, como el cortisona. De manera preventiva se ha procedido al cierre de la clínica hasta que se despejen las dudas y se aclaren los vacíos legales que se han encontrado en los distintos pasos de la operación