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Un joven de 19 años fallece de un paro cardiaco tras drogarse inhalando un desodorante

El adolescente pereció por las sustancias químicas que alcanzaron su torrente sanguíneo y le provocaron un ataque al corazón.

Un joven de 19 años ha fallecido en un hospital de Rotterdam en Países Bajos, después de inhalar desodorante en espray para 'colocarse'. El caso, destapado por el diario médico BMJ, describe el periplo llevado a cabo por la víctima que le llevó finalmente a la muerte.

Según la publicación, el fallecido impregnó una toalla con el desodorante en spray y la situó sobre su rostro para inhalarla. A continuación, sufrió lo que los médicos describen como un episodio de hiperactividad, que le provocó un paro cardiaco y lo llevó al colapso poco después. Permaneció ingresado más de una semana en la UCI del centro médico, en estado de coma, pero finalmente murió.

El joven se encontraba internado temporalmente en un centro de rehabilitación para personas drogodependientes de la ciudad neerlandesa. La sustancia química fatal es el butano, muy habitual en aerosoles. Los sprays contienen sustancias que pueden llegar al torrente sanguíneo desde las fosas nasales y sus consecuencias, como vemos, pueden ser letales.

El personaje de Carmen Maura inhala pegamento en '¿Qué he hecho yo para merecer esto?' (1984)
"El personaje de Carmen Maura inhala pegamento en '¿Qué he hecho yo para merecer esto?' (1984)"

No es un caso excepcional

Aunque parezca algo totalmente fuera de lo común, estos casos no son desconocidos por la comunidad médica. La 'moda' de inhalar productos tóxicos para 'colocarse' se remonta a los años 60, cuando se puso de moda utilizar pegamento en Estados Unidos, lo que acarreó más de 110 paradas cardiacas registradas. La demografía más proclive a sufrir este tipo de muertes son chicos, en su gran mayoría adolescentes que consumen por primera vez este tipo de sustancias.

El fallecido, además, sufría episodios psicóticos de forma habitual antes de ser internado en rehabilitación. En el centro, para controlar sus ataques, se le suministraba un químico denominado aripiprazol, común para tratar enfermedades mentales como la esquizofrenia. Esta todavía por determinar si la ingesta previa de esta sustancia pudo influir en los trágicos acontecimientos. 

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