Avery Anderson ha relatado su traumática experiencia tras haber contraído el SARS-CoV-2, el virus que provoca la Covid-19., La joven estaba tomando Accutane, un medicamento que se usa para tratar el acné y contrajo la enfermedad, así como otras infecciones, lo que le provocó dolorosas llagas en los labios.
"Me di cuenta de que algo andaba mal con mis labios unos dos días después de contagiarme. Estaba en mi cuarto mes de Accutane y noté que mis labios tenían un tinte púrpura y amarillo, así que fui directamente a urgencias y me diagnosticaron con impétigo, y me recetaron un medicamento tópico para ayudar", ha relatado al medio Buzzfeed. El impétigo es una infección cutánea altamente contagiosa.
Pero, lo que iba a mejorar toda la situación, finalmente no sirvió de nada: el medicamento contra el impétigo no estaba curando su problema. "Me desperté con los labios extremadamente hinchados, grises y blancos. Era demasiado doloroso para comer o beber. Estaba preocupada por la falta de líquidos y preocupada porque mis síntomas de Covid seguían empeorando, así que decidí ir a urgencias".
El diagnóstico definitivo
Avery tuvo que pasar por otros dos diagnósticos. En una segunda revisión, le diagnosticaron infección de los senos nasales, una infección de oído y faringitis estreptocócica: "Me recetaron antibióticos para mis labios y me dijeron que regresara si empeoraban. Dos días después decidí que tenía que volver".
Posteriormente, volvieron a revisarla, momento en el que tuvo el diagnóstico definitivo: úlceras sangrantes, labios hinchados y encías doloridas. Y añade: "Fue una mezcla dolorosa con fiebre, temblores, dolor muscular y garganta inflamada por tener también Covid. El departamento de enfermedades infecciosas llegó a la conclusión de que era causado por una mezcla perfecta de Accutane, piel seca, mi sistema ionmunológico débil por Covid".
Aunque la joven ha sufrido un eccema severo desde su nacimiento, esta fue su experiencia más dolorosa desde que tiene recuerdo. "Cuando me iba a dormir, mis labios se pegaban, y cuando me despertaba, tenía que hacer palanca para abrirlos, deslizando un hisopeo por el medio. Como me dolían tanto las encías, comer y masticar eran extremadamente dolorosos. Hablar también fue una tarea difícil durante todas las etapas de curación".
Avery, afortunadamente, finalmente ha recibido nuevos medicamentos y antibióticos y finalmente ha conseguido recuperarse y sus labios ya se encuentran completamente recuperados. Una pesadilla que ha quedado finalmente atrás.