La justicia de Sumatra, en Indonesia, ha dictado una polémica sentencia que ha supuesto una dura reacción feminista no sólo en el propio país, sino también, en todo el mundo. El tribunal ha condenado a seis meses de cárcel a una chica de tan solo 15 años de edad por abortar después de que ella confesara que sufrió abusos sexuales por parte de su hermano repetidamente. Mientras, su hermano de 17 años ha sido condenado a dos años de cárcel por agresión.
La joven decidió abortar durante el octavo mes de gestación lo que choca directamente con la propia ley indonesia. Un país donde esta práctica es totalmente ilegal siempre y cuando la vida de la mujer esté en peligro o cuando la mujer haya sido violada, eso sí, solo en las primeras seis semanas de gestación. "En Indonesia solo ven el aborto en blanco y negro, nosotras realmente no podemos tener abortos, pase lo que pase", declaró Genoveva Alicia, investigadora del Instituto para la Reforma de la Justicia Criminal (ICJR).
Los abusos sexuales procedentes de su hermano se dieron repetidamente desde el pasado mes de septiembre, hasta en ocho ocasiones, según declaró el propio joven a las autoridades. De hecho, explicó que también existía violencia si ella se resistía y, además, reconoció que el porno le había llevado a actuar así.
El aborta en Indonesia es prácticamente ilegal
La sentencia ha levantado gran revuelo entre los activistas indonesios que luchan por el derecho de la mujer en el país: dos años de cárcel para el chico y seis meses para ella. La asociación ha presentado una queja formal contra los tres jueces que forman el tribunal de Sumatra. Ellos consideran que el fallo ha sido "gravemente injusto" con la joven.
Sin embargo, dado la relevancia del caso en medios de comunicación, en la reunión celebrada en Yakarta con miembros de la Comisión Judicial, estos "ni siquiera sabían que el caso existía antes de que lo habláramos", declaraba Genoveva Alicia. La asociación reclamó la puesta en libertad inmediata de la joven. "Nuestra principal preocupación es que la joven no debería estar detenida y que su aborto no tendría que contarse como un delito", declaró Ferena Debineva, de la Asociación de Planificación Familiar de Indonesia, a The Guardian.