Y con esta son ya 79 las agresiones que el colectivo LGTB español ha sufrido desde que comenzara el año, según denuncia la organización Arcópoli. Los hechos ocurrieron en la noche del pasado sábado al domingo en pleno centro de Madrid, concretamente en la calle Pez del barrio de Malasaña, conocido -supuestamente- por su ambiente alternativo y progresista.
La víctima se encontraba con un grupo de amigos cuando se cruzó con varios chicos y, fijando la atención en uno de ellos, le llamó 'guapo'. Un gesto que posiblemente esos mismos chicos habrán realizado hacia una chica sin la menor de las consecuencias salvo, posiblemente, poner nerviosa a la susodicha, que agacharía la cabeza y aceleraría el paso. Sin embargo, la reacción del aludido fue muy diferente y se lanzó de manera agresiva contra el joven homosexual que le había piropeado.
Con ayuda de sus amigotes, (por supuesto), agredieron al joven con puñetazos al grito de "tú no me dices eso a la cara", según informa Arcópoli en un comunicado. La paliza se saldó con contusiones en la víctima y rotura de huesos y del tabique nasal. Inmediatamente fue atendido por el SAMUR y trasladado a la Fundación Jiménez Díaz. Afortunadamente, el joven decidió denunciar la agresión en comisaría al día siguiente, algo que solo ocurre en el 18% de los casos de agresiones al colectivo LGTB, a pesar de los esfuerzos de Arcópoli por concienciar de la importancia de hacerlo.
¿Por qué en una sociedad que se define como tolerante el comportamiento homosexual sigue siendo censurado? Frases como "yo no tengo ningún problema con los gays" se escuchan a diario; sin embargo, las calles todavía no están educadas para situaciones cotidianas, como hablar abiertamente del sexo homosexual, ante lo que es habitual escuchar reacciones como 'qué asco' si bien no existe ningún problema en vivir en una sociedad heterosexualmente sexualizada. Del mismo modo, muchos chicos heterosexuales aún se sienten ofendidos con el piropo de un gay o se escandalizan ante la idea de besar o mostrarse afectivos con otro hombre, como si el contacto con alguien de su mismo sexo les provocara abrasiones en la piel.
La Policía censura a dos homosexuales que se besaban ante la manifestación neonazi de Madrid
Arcópoli aprovecha este mismo comunicado para denunciar el comportamiento de la Policía Nacional con los dos chicos que protestaron frente a la manifestación neonazi celebrada por el Hogar Social Madrid en Malasaña. Mientras contemplaban la concentración de ultraderechas que se encontraron por casualidad, fueron increpados con insultos como "maricones" y "sidosos", descalificativos que les llevaron a besarse en frente de los neonazis como señal de repulsa a los mismos.
Durante el beso, la pareja recibió más insultos y abucheos. Ahí entra en acción la polémica decisión de la Policía, que comenzó a empujar a los jóvenes que se besaban para echarlos mientras les decían "ya está bien, hombre, ya está bien". Arcópolis critica esta decisión y denuncia que "si Delegación de Gobierno cree que no puede garantizar la seguridad de dos chicos gais que se besan cerca de una manifestación, la solución nunca será expulsar a los chicos que ejercen el derecho de libertad y de igualdad, sino prohibir la manifestación. En este caso, primó el derecho de manifestación de centenares de antidemócratas frente a la dignidad del colectivo LGTB y eso es impropio de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho".