La prostitución es algo que ha existido desde que el mundo es mundo. Muchas mujeres (y hombres) venden su cuerpo por necesidad, por puro placer y, en la mayoría de las ocasiones, tras verse sometidas y obligadas por mafias delictivas que las engañan y las coaccionan para ganar dinero a su costa, obligándolas a vivir en una situación de precariedad inhumana. Una situación que los gobiernos no tienen la intención, visto lo visto, de modificar a través de las leyes y perseguir con la justicia.
Sin embargo, cada vez son más las jovenes que tienen aparentemente una vida normal que venden su virginidad para conseguir un dinero extra. Fue el caso de una chica de 17 años que colgó un anuncio en Internet en el que subastaba su virginidad a cambio de unos 2.600 euros para poder comprarse un Iphone 8. En esta ocasión, la joven se llevó una amarga lección de vida que probablemente no olvidará jamás.
Pero este caso no ha sido el único: una estadounidense de 19 años llamada Giselle ha logrado vender su virginidad tras pedir un precio de 2,5 millones de euros a través de la web Cinderella Escorts. El objetivo de la adolescente parecía menos escandaloso que la chica del Iphone: pretendía pagarse las tasas universitarias y utilizar el dinero restante en realizar viajes.
Un sueño hecho realidad
Giselle ha asegurado a los medios que todo esto ha sido un sueño para ella. "Nunca hubiera imaginado que la oferta subiría tanto que llegáramos a alcanzar los 2,5 millones de euros. Este es un sueño hecho realidad", declaraba.
La adolescente estadounidense ha recibido numerosas críticas por ofrecer su cuerpo por esa cantidad de dinero. Sin embargo, ella ha querido dejar claro que con su cuerpo hace lo que quiere (mientras nadie la obligue). "Si quiero pasar la primera vez con alguien que no es mi primer amor, esa es mi decisión", zanjó de manera contundente la polémica generada desde que se conoció la noticia.
Por su parte, la web encargada de hacer posible que las mujeres cuelguen sus anuncios para vender su cuerpo, su virginidad o lo que quieran, ha considerado que la venta de la virginidad es una "forma de emancipación" de los padres y se sorprenden de que existan personas que sean contrarias a que una mujer decida libremente vender la pureza sexual de su cuerpo.
Sin embargo, las críticas y los testimonios contrarios a que se haga negocio con la virginidad no solo han recaído sobre la protagonista de esta historia. Según recoge la web británica Mirror, el portal Cinderella Escorts ha sido acusada de aprovecharse de estas adolescentes que pretenden vender su castidad a través de Internet.
La web se hizo conocida a principios de 2017 gracias a Aleexandra Khefren. Esta modelo rumana de 18 años llegó a vender su virginidad por 2,3 millones de euros a un empresario de Hong Kong del que desconocía el nombre. La noticia corrió como la pólvora por todos los medios de comunicación y catapultó a la fama a Cinderella Escorts, que se autodefine como "la agencia de acompañantes más famosa del mundo" tras este suceso.