El plástico forma parte de nuestra vida diaria y, en ocasiones, no somos conscientes del daño que produce en el planeta si no se recicla. Su producción ha ido en aumento y la mala gestión que se ha hecho de ello ha conllevado a que la contaminación que hay en los océanos también vaya en aumento. Según cifras de Greenpeace, ahora mismo hay unos 8 millones de toneladas de plásticos en los mares y océanos, formando así el 60-80% de la basura marina.
Por tanto, cada año son millones las toneladas de plástico las que acaban en el océano. Un porcentaje bastante grande de este plástico termina en grandes corrientes oceánicas, cuando estos residuos acaban en esas corrientes se descomponen en microplásticos, por lo que para los animales marinos será más fácil confundirlos con alimentos.
Esta era la preocupación que tenía el joven Boyan Slat, un holandés de 23 años, que comenzó a desarrollar una investigación para inventar un sistema para eliminar el plástico que hay en los océanos del mundo. Desde que comenzó esta investigación se ha dedicado en cuerpo y alma a ella, ya que dejó sus estudios de ingeniería aeroespacial para crear The Ocean Cleanup, una fundación diseñada limpiar los océanos que cada vez se ven más amenazados por la crisis global del plástico.
Según cuenta el propio Slat, desde niño le interesaban los inventos y todo lo que tenía que ver con crear y emprender. En estos momentos se encuentra implicado por completo a un plan de trabajo en la asociación de creada por él mismo.
En Japón fue donde inició su investigación, sin embargo, más tarde toda su atención se la llevó una zona conocida como la 'isla de la basura' o el 'continente de plástico'. Nombres bastante descriptivos, ya que se trata de una gran zona del océano cubierta de desechos en el centro del océano Pacífico Norte. Un terrible desastre medioambiental el cual se estima que su superficie está entre 700.000 km² y 15.0000.000 km².
La solución en 5 años
The Ocean Cleanup está desarrollando un sistema pasivo, moviéndose con las mismas corrientes, como el plástico, para atraparlo. Está compuesto por un flotador con un fondo sólido, concentrando así los desechos y llevándolos a un sistema de recolección.
Según informan, sus modelos indicarían que en 5 años podrían eliminar el 50% del gran plástico que hay. Su investigación muestra que la mayoría de los residuos por masa se encuentran actualmente en los desechos más grandes. Por ello, lo que pretenden es evitar que esos grandes plásticos se descompongan en microplásticos peligrosos.
La combinación de la limpieza con la reducción de la utilización de la fuente en la tierra hará que el cambio sea mayor y más rápido. Desde la fundación creen que un océano libre de plástico se convertirá en realidad en 2050.