La autonepiofilia es una parafilia que implica el deseo de llevar pañales, ropa de bebé, beber de biberón, usar chupete y, en resumen, ser tratado como un bebé. Esta comunidad se hace llamar ABDL, es decir, Adultos que aman los pañales de bebé (Adult Baby Diaper Lover, en inglés), y cada vez es más numerosa. Pero hay quien hace del infantilismo parafílico un verdadero estilo de vida.
Es el caso de Damien Turner, un joven norteamericano de 28 años que ha decidido vivir como un bebé, por lo que lleva puestos pañales las 24 horas del día. Sin embargo, esto le ha ocasionado más de un problema, por lo que denuncia que se siente discriminación ya que no encuentra trabajo y es que le rechazan por su intención de acudir a trabajar en pañales.
Turner, a través de una entrevista en Metro, ha hecho pública su situación. Según cuenta, su estilo de vida hace que la gente le acuse de "ser infantil", e incluso ha perdido amistades por ello. Sin embargo, no piensa cambiar, ya que asegura que la comunidad ABDL le ha recibido con los brazos abiertos y llevar pañales le ha cambiado la vida.
A pesar de lo feliz que le hace su estilo de vida, su situación laboral es preocupante. Según explica, ha desempañado diferentes trabajos y en todos ellos ha hecho pública su parafilia, lo que, asegura, ha provocado su despido. "Tener trabajo es duro. Estoy constantemente encontrando y yéndome de trabajos. A veces mis jefes encuentran mis fotos en Internet, o simplemente no pueden entender que lleve un pañal y esté actuando en plan infantil en mi puesto de trabajo", lamenta, aunque asegura que seguirá buscando trabajo sin renunciar a los pañales.
Un estilo de vida
"Siempre he querido hacerlo, desde que era un niño. Desde los 16 comencé a llevarlos de manera permanente, incluso les mentí a mis padres diciéndoles que tenía un problema de incontinencia y tenía que llevarlos. Al final, les dije la verdad. A ellos no les importa", revela el joven.
"Los pañales son muy útiles, cómodos y son una monada. Es un estilo de vida bueno y no querría hacer nada más", cuenta, confesando que vestirse y comportarse como un bebé le "da una sensación de calma y relax que es como si volviese a la época de la guardería, sin una preocupación en el mundo".
