La primera edición de 'La isla de las tentaciones' fue uno de los mayores fenómenos que se han visto en el universo de los realities. Sin embargo, parece que algunos que vivieron la experiencia completa desde dentro no guardan tan buen recuerdo como el que tienen los fieles espectadores de Mediaset.
Es el caso de José Sánchez, participante del programa junto con la que era su pareja en aquel momento, Adelina Seres. El ex guardia civil ha aprovechado su invitación al podcast 'Me voy a ir yendo' para destapar la realidad de su paso por el reality.
Un contrato mileurista
Entre los secretos que ha sacado a la luz, Sánchez ha comentado curiosidades como el sueldo que recibieron. "Con el programa no se gana dinero", dijo. Esta aclaración ya sirvió para sembrar el desconcierto, pero nada comparado con lo que prosiguió diciendo para detallar el caché que tenían: "El contrato que los dos firmamos era de 1.000 euros. Fue una sorpresa que me llevé cuando me fui a firmar el contrato. Yo hablaba con la chica con la que estaba en ese momento y estuvimos pensando que cuánto cobraríamos".
Según ha comentado, tanto él como su pareja se llevaron una decepción pues pensaban que, al tratarse del mundo de la televisión, cobrarían por los derechos de imagen "mínimo 6.000 u 8.000 euros". Tal fue el chasco que se plantearon no aceptar. No obstante, finalmente decidieron jugar echando la vista al futuro: "¿Que cómo te venden la moto....? Diciendo que el éxito te viene después...", explica.
Las tres caras del reality
Dispuesto a tirarle barro al programa, el exconcursante profundizó también en su producción y consecuente edición. Según ha comentado, el juego en el que él decidió participar, poco tenía que ver con lo que le explicaron que sería. "Si hubiera sabido el tipo de programa que era, nunca hubiera ido", denuncia.
Su experiencia comenzó con una llamada por parte de una persona que trabaja en una productora de televisión. En esta conversación se le comenta que se va a hacer un reality para el que requieren a gente con su mismo perfil y le cuentan que este "va a fomentar el amor, el respeto y la fidelidad. Eso es lo que se propaga, pero luego lo que interesa es otra cosa", dice.
Para explicarlo mejor, explicó lo que él define como 'las tres caras' de La Isla de las tentaciones: "un programa fue el que a mí me dijeron en la mesa para firmar el contrato, luego yo viví otro programa, el de in situ con la grabación y lo que se grabó, pero luego vives un tercer programa, el que se editó y se transmitió por la tele", explica José, dejando claro que "no tiene nada que ver ninguno de los tres", remata.
