José María Aznar recibe una pensión vitalicia de 79.336 euros anuales pagados por todos, en virtud de su cargo como expresidente del Gobierno. Sin embargo, no tiene problema en cargar contra el ingreso mínimo vital, que prevé ayudas de entre 400 y 1.015 euros anuales, en este último casos, a toda una familia con tres hijos a cargo (no por persona).
En un artículo publicado por el propio altavoz político de Aznar, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), califica la renta mínima de carácter permanente como una medida "propia de economías de miseria".
"Por eso, el Estado de bienestar solo se da en economías de mercado, abiertas y basadas en la iniciativa empresarial. No existe Estado de bienestar en las economías de la privación y la miseria soñadas por la extrema izquierda populista y predicadas por esta como sus modelos", asegura.
La Faes de Aznar critica con dureza que la medida tenga carácter permanente, aunque se abre a su aplicación temporal durante la recuperación de la economía. En este sentido, encuentra un problema en que "no será un sistema temporal sino estructural y no está claro que la extraordinaria complejidad del duseño de esta política contribuya a una gestión eficaz y a una evaluación rigurosa de sus resultados".
Aznar llega a criticar hasta el modo en que el actual Gobierno de coalición (PSOE y Unidas Podemos) ha realizado el anuncio de este ingreso mínimo vital: "La retórica populista que ha envuelto su presentación no es un buen augurio".
"Novedad relativa"
A juicio de Aznar, la solidaridad en el marco de un Estado se debe ejercer "sobre una economía que pueda financair sus prestaciones mediante el crecimiento y el empleo".
Aunque reconoce que la medida aprobada por el Gobierno solo constituye "una novedad relativa", puesto que este tipo de rentas también se proporcionan en algunas comunidades autónomas, que en uso de sus competencias, han "arbitrado diversos mecanismos de sostenimiento de rentas mínimas que este ingreso complementará en diversos supuestos".
A pesar de todo, la fundación de Aznar reconoce que es "un deber moral y una política sensata remediar las situaciones de pobreza extrema y exclusión en nuestra sociedad, cuidar de los más vulnerables, tender una red de seguridad a los que la necesiten".
