Jorge Javier Vázquez ha vuelto a ser noticia este verano, pese a haber desaparecido de la parrilla de Telecinco durante las últimas semanas: ha cogido vacaciones y prepara una obra de teatro autobiográfica. Una "desafortunada" fotografía comenzó hace unos días a circular por las redes sociales y varios portales de internet la publicaron como "la imagen del verano". En la foto, Jorge Javier aparece dando un paseo por la playa mostrando una imagen de su cuerpo alejada a la que nos tiene acostumbrados por televisión (con algún kilo de más).
Los titularesque han acompañado a la noticia estos últimos días han sido, en propias palabras del presentador, catastróficos. Por ejemplo, en uno de los artículos se puede leer la siguiente frase: «El vientre adiposo y gelatinoso no se corresponde con los esculpidos pectorales que marca en televisión». Sin embargo, el titular que más ha afectado al filólogo venido a presentador ha sido el siguiente: «Jorge Javier Vázquez fracasa en su lucha contra los michelines». Él mismo ha respondido a estas publicaciones en su blog de la revista Lecturas de manera muy contundente y en su twitter: «Aquellos comentarios que pretenden hacer daño a veces lo consiguen».
Estas últimas polémicas del presentador nos sirven hoy para reflexionar sobre la forma en la que la prensa trata, con sus titulares y sus artículos, a aquellos famosos cuyo físico no se adapta a lo que conocemos como el estándar de belleza establecido por la sociedad. ¿Se entiende de igual manera la obesidad masculina que la femenina en la prensa? ¿Ocurre de la misma forma con la delgadez? ¿Qué diferencias encontramos?
Christina Aguilera y Adele: luchan por eliminar estereotipos
Seguro que, cuando hablamos de estos temas, la primera persona que se nos viene a la cabeza a mucho de nosotros es Christina Aguilera. La cantante ha sufrido, durante años, cientos de insultos del gran público por sus cambios físicos y su gordura. Sin embargo, una gran parte de la prensa ha defendido fervientemente lo que Aguilera ha deseado proyectar durante los últimos años de su carrera musical: lo importante, en su caso, es la música y no su físico. Ella misma ha contado en numerosas ocasiones que los ejecutivos de la industria discográfica a la que pertenecía en el año 2002, justo cuando se encontraba en plena promoción de su disco 'Stripped', la forzaron para que adelgazara unos cuantos kilos intentando convencerla de que así vendería muchos más discos. Christina Aguilera se lo dejó claro a sus jefes: «trabajáis con una chica gorda. Superadlo». Otro de los ejemplos más claros es la cantante Adele que, pese a que no ha sufrido grandes cambios físicos (siempre ha permanecido con el mismo aspecto) su lucha continúa la de Aguilera: «Yo hago música para los oídos, no para los ojos». En ambos casos, pese a las bromas y los insultos en las redes sociales, el papel que ha tomado la prensa en general ha sido muy diferente que con el de Jorge Javier, puesto que han abogado por la defensa de la tolerancia y el respeto a las tallas grandes. ¿Qué pasaría si las frases que titulaban los artículos escritos sobre Jorge Javier Vázquez se aplicasen a noticias relacionadas con los kilos de más de mujeres famosas? Estaríamos ante un caso de machismo reprobable.
La delgadez de Letizia
El personaje protagonista del ejemplo contrario es, sin duda, la Reina doña Letizia, cuya delgadez ha sido objeto de críticas tanto por parte de los ciudadanos como por parte de la prensa. Se han escrito decenas de artículos y se han invertido cientos de minutos en televisión para hablar y, en concreto, criticar el aspecto físico de la Reina y su "extrema" delgadez. Tanto es así que haciendo un pequeño repaso por la hemeroteca de los últimos meses podemos encontrar titulares de este tipo: «Triunfa con su peinado pero ahí están sus gratuitas, inadecuadas y antiprotocolarias exhibiciones de extrema delgadez, que cada vez son más reiterativas y confirman cierto desorden de imagen». Parece que los medios no se ponen de acuerdo.
¿Por qué se permiten ciertas licencias que dejan en muy mal lugar la obesidad masculina pero se intenta tener tanto cuidado con no estereotipar la obesidad en el caso de las mujeres? Lo que podemos extraer de todo esto está bastante claro: el problema es un problema de educación. Se asocian siempre los trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia a las mujeres, lo que hace respetar con mayor frecuencia sus "kilos de más" con la clara intención de no incitar a las chicas a caer en vulgares complejos que conducen a dichos trastornos. Es posible que, con la misma intención pero con muy poco acierto, se critique de tal forma la delgadez de doña Letizia.
Nos hemos encontrado con muchos ejemplos que confirman estas teorías. Es el caso del artista español David Lopera que, a principios de año, publicó imágenes retocadas de cantantes y actrices conocidas internacionalmente donde éstas aparecían obesas. ¿El motivo? Fomentar esas curvas que tan bien sientan a las mujeres. «Me parecen más sexys con los muslos gruesos», dijo. Otro ejemplo, el proyecto fotográfico "Empodérame", de la fotógrafa brasileña Mariana Godoy, cuya intención es acabar con la "gordofobia" que sufren las mujeres.
Aunque se han escrito artículos de todo tipo, la imagen global que traspasa es que son criticables los kilos de más de Jorge Javier pero no los de Adele, puesto que hay que acabar con los estereotipos. Prejuicios que, por otra parte, se tienen con las personas demasiado delgadas como es el caso de Letizia. Lo único que demuestra todo esto es la hipocresía que reina todavía en los medios de comunicación con respecto a estos temas.