Jorge Ignacio Palma tuvo clara su versión desde el principio: había descuartizado a Marta Calvo después de que la joven tuviera algo parecido a una parada cardiorrespiratoria mientras llevaban a cabo una "fiesta blanca" y él no supiera qué hacer. Habría reaccionado así tras el miedo que le causó la muerte accidental.
Sin embargo, esta declaración podría formar parte de una estrategia diseñada y sería difícil de tumbar si la Guardia Civil no consigue hallar el cuerpo de la joven. Además, cabe añadir que el propio hecho de descuartizar el cadáver de una persona a la que no has matado no constituye un delito.
Sin embargo, los investigadores sospechan que fuera él quien matara a la víctima y ahora investigan la posible implicación de otra persona que hubiera podido ayudarle a deshacerse del cuerpo. A su vez, barajan la opción de que pudiera haberse escondido en casa de otro narcotraficante mientras fue buscado tras la desaparición.
La veracidad de su versión es dudosa porque, además, aseguró que tras la muerte de la joven la descuartizó y trasladó su cuerpo a varios contenedores de diferentes localidades valencianas, aunque en su casa no se encontraron restos de sangre ni se apreció un consumo de agua compatible con la limpieza de estos restos.
El martes 17 de noviembre, el descuartizador confeso se ha reunido con los investigadores en un examen más minucioso y detallado de su casa de Manuel, en la que se reunió con Marta. Allí, la Guardia Civil examinará con luminol el baño y el desagüe para intentar encontrar alguna prueba.
Las Provincias, además, informa de que los investigadores barajan la idea de que Jorge Ignacio haya ocultado el cuerpo de la joven en un lugar diferente al que ha detallado; una estrategia con la que se beneficiaría, ya que sin cadáver nadie podría contradecir su versión. Sin embargo, la geolocalización del teléfono de Jorge ha provocado que los agentes puedan conocer su posición en las horas posteriores al crimen. Jorge Ignacio declaró que había estado escondido en casas abandonadas, pero los investigadores sospechan de que algún otro narcotraficante podría haberle dado cobijo.
No obstante, continúa la búsqueda del cuerpo de Marta Calvo en los alrededores del municipio valenciano de Manuel y también en el vertedero de Dos Aguas. Además, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, formado por seis personas, se ha sumado a la búsqueda del cuerpo de la joven.
La similitud con otros casos
El caso de Marta Calvo no es el único con el que se relaciona a Jorge Ignacio Palma, que podría estar implicado en otras dos muertes: una prostituta de Ruzafa, un barrio valenciano, falleció en abril tras una noche de "sexo y droga", en la que las cámaras captaron a Jorge salir del lugar, aunque la investigación consideró que la muerte había sido accidental. Tras conocer el crimen de Marta Calvo, se ha reabierto el caso. Asimismo, en junio, otra mujer falleció tras estar con un cliente, también en Valencia.
Además, los testimonios de otras mujeres que han estado con Jorge Palma reafirman las prácticas sexuales con droga a las que el acusado estaba acostumbrado, por lo que se ha decidido buscar casos similares en otras provincias en las que podría haber residido el causante de la desaparición de Marta Calvo.
