Con apenas 29 años, Jordan Bardella ha logrado consolidarse como una de las figuras más prominentes de la ultraderecha francesa. Su popularidad en redes sociales y su cercanía con Marine Le Pen lo han posicionado como un posible sucesor al frente de la Agrupación Nacional (RN), especialmente después de que la histórica líder anunciara su retirada para enfocarse en las elecciones presidenciales de 2027.
El camino de Bardella en la política no es nuevo. Desde 2019, ha sido la apuesta de Le Pen para liderar al partido en las elecciones europeas, logrando victorias tanto en esa ocasión como en 2024. Además, desde 2021, es el presidente del RN, convirtiéndose en el rostro visible de la organización.
Su cercanía con Le Pen es tal que, durante la campaña legislativa, la dirigente confirmó que él sería su primer ministro en caso de lograr una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, algo que finalmente no sucedió.
Sin embargo, a pesar de este respaldo, algunos sectores dentro de la política francesa cuestionan si Bardella es más que una imagen bien cuidada. Sus críticos lo describen como un político sin sustancia, cuya apariencia de "yerno ideal" esconde la herencia ultraconservadora del partido, con posturas polémicas en inmigración y seguridad.
Un perfil distinto al de la familia Le Pen
A diferencia de Marine y su padre, Jean-Marie Le Pen, Bardella se esfuerza por construir una identidad propia. Nacido en 1995, proviene de una familia de ascendencia italiana y creció en un barrio de viviendas sociales en las afueras de París, un entorno que menciona con frecuencia para conectar con las clases populares.
Sin embargo, se habla poco de su padre, un empresario acomodado que le facilitó estabilidad económica desde joven.
Su estrategia digital ha sido clave en su ascenso. En TikTok, plataforma donde cuenta con más de dos millones de seguidores, se presenta como un líder accesible y cercano, interactuando con su audiencia y generando una imagen de modernidad dentro de la derecha francesa.
Polémicas en su trayectoria
A pesar de su éxito, Bardella no ha estado exento de disputas. En enero, un reportaje de la televisión pública francesa señaló que había utilizado una cuenta anónima en redes sociales entre 2015 y 2017 para difundir mensajes de contenido racista, acusaciones que él ha negado.
Además, sus rivales políticos lo han acusado de falta de profundidad en sus ideas. En un debate en mayo de 2024, el entonces primer ministro Gabriel Attal lo criticó por cambiar constantemente de postura sobre temas clave como la permanencia de Francia en la Unión Europea.
Con Marine Le Pen dando un paso atrás, el futuro del RN parece cada vez más ligado a Bardella. Sin embargo, su camino hacia el liderazgo definitivo aún enfrenta desafíos, tanto dentro como fuera de su partido.