Joaquín Sabina no ha ganado el recurso que interpuso contra la resolución de Hacienda en la que le reclamaba 2,5 millones de euros. Según Hacienda, el cantante no realizó correctamente la declaración de sus derechos de autor durante tres años seguidos. El Tribunal Económico Administrativo de Madrid ya había rechazado antes la reclamación de Sabina por la inspección de Hacienda y su sanción por sus declaraciones de la renta de los años 2008, 2009 y 2010.
Tras presentar un recurso, el cantante solicitó al Tribunal Económico Administrativo Central que le devolvieran la cantidad reclamada por Hacienda y este sentenció en la misma línea, lo mismo que decretó la Audiencia Nacional el pasado 13 de abril: Joaquín Sabina deberá pagar su tributación correspondiente a Hacienda.
Sabina, dueño de tres sociedades
La Audiencia Nacional ha investigado al artista y sus relaciones con tres sociedades de las que también forman parte algunos miembros de su familia: El pan de mis niñas, Relatores y Ultramarinos finos. Con esa investigación determinaron cómo fue la gestión de los derechos de autor y si hubo una tributación correspondiente o no.
Entre los bienes que contienen estas empresas se encuentran: un velero, libros antiguos, dos inmuebles en Madrid y uno en el municipio gaditano de Rota y, sobretodo, la gestión de sus derechos de autor. Es muy habitual entre las personas con un patrimonio tan alto el tratar de evadir los impuestos. El Impuesto sobre Sociedades apenas es del 25% y en el IRPF las rentas altas no llegan a pagar un 45% de sus ingresos.
No obstante, existe un caso en el que la Agencia Tributaria acepta la utilización de estas sociedades para llevar a cabo esta estrategia fiscal y es siempre que tengan medios y realicen las operaciones a precio de mercado. En el caso de Joaquín Sabina, la sentencia de la Audiencia Nacional sostiene que "el demandante había cedido a las empresas Relatores y El pan de mis niñas los derechos de autor de su obra y de la que compusiera en un futuro y por esta cesión no percibía cantidad alguna, según sus declaraciones tributarias".
El cantante cedió sus derechos de autor a sus sociedades
En los tres años investigados por Hacienda, se determinó que las empresas del cantautor declararon ingresos por 2,25 millones, 2,74 millones y 7,58 millones euros. Esta última justifica esos ingresos en la "realización de galas, royalties, ventas nacionales de discos y colaboraciones en prensa".
En ella también se incluye la cesión gratuita de sus derechos de autor a sus propias sociedades. La Audiencia Nacional ha concluido que estas actividades ofrecen un "servicio personalísimo" a Joaquín Sabina por lo que este deberá pagar a Hacienda la cantidad que le corresponde.
