Jesé Rodríguez acapara más titulares por sus polémicas, por sus declaraciones o por los detalles de su vida privada que por su desempeño en el césped. El delantero de la U. D. Las Palmas esta vez ha llamado la atención por compartir a través de sus redes sociales algunos de sus gustos sexuales.
A través de su cuenta secundaria de Instagram, donde promociona su música de estilo reggaetón y aspectos más personales de su vida donde se ha sincerado a través de un storie: "Yo en medio del sexo muerdo, araño, nalgueo y cacheteo. Por si no le gustó el polvo, al menos que no se olvide de la paliza", ha escrito el futbolista.
Estas palabras ha ocasiones cierto revuelo y muchos son los que las han criticado al considerar que traspasa algunos límites tachándolas de machistas. Una polémica más que avivan la fama de díscolo, vacilón y mujeriego del canario que, de momento, no se ha pronunciado ni parece que vaya a retractarse.
Su pareja, Aurah Ruiz, también se pronunció hace pocas semanas sobe sus gustos sexuales que, evidentemente, también implican a Rodríguez. "¿Los juguetes sexuales? Me encantan. Soy fan de los juguetes, tengo un montón y juego con mi pareja con todos los juguetes que pueden haber. Incluso hay algunos que él no conoce pero yo se los traigo", confesó la ex concursante de 'GH VP'.
Polémicas con las madres de sus hijos
A sus 28 años, Jesé Rodríguez ya es padre de cinco hijos con tres mujeres diferentes: Melody Santana, Aurah Ruiz y Janira Barm. A la primera le une una gran enemistad y le dedicó unas duras palabras a cuenta de los desacuerdos con sus dos hijos: "Yo con mi dinero puedo hacer lo que me salga de los huevos, porque así yo me lo llevo ganando desde muy pequeño. Nadie me ha regalado nada. Si mis hijos hoy en día están bien y viven bien es gracias a mí, porque a algunas mujeres no les gusta trabajar y les gusta ganarse bolos y lujos sentadas o poniendo el culo. Eso sí que es triste", escribió en sus redes sociales.
Con su actual pareja, Aurah Ruiz, también ha protagonizado un sinfín de escándalos escenificando la ruptura y y las posteriores disputas por la custodia y cuidado de sus hijos llegando incluso a los juzgados para, finalmente y para sorpresa de todos, reconciliarse.
