Hay una clara diferencia entre ser periodista y ser polemista, sin embargo, Javier Negre hace tiempo que traspasó la línea. El que fuera uno de los pesos pesados de El Mundo hace tiempo que dejó de tener relevancia alguna en este medio. Su última artículo data del 25 de febrero y, aunque se mantiene como adjunto a la dirección audiovisual de Unidad Editorial, las discrepancias con el diario son patentes.
Tal es así que incluso Negre ha llegado a difundir un bulo de una cuenta fake de El Mundo en el que se apuntaba que Pablo Casado y Santiago Abascal habían tenido una conversación telefónica para presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez. Entre las mofas surgidas en las redes sociales subrayando que lo suyo sí que era "periodismo de investigación", Javier Negre se vio obligado a eliminar el tuit mientras que la cuenta oficial de El Mundo salió a reivindicarse frente a cuentas fake.
Frente a su escaso papel en El Mundo, Javier Negre decidió reinventarse para continuar lanzando sus proclamas sin ningún tipo de cortapisas. Así, se metió a youtuber creando 'Estado de alarma', programa dedicado a atacar al Gobierno en el que se rodea de la flor y nata de la derecha y la extrema derecha como Cristina Seguí, cofundadora de VOX.
La último de sus polémicas ha supuesto el salto definitivo de Javier Negre para convertirse en personaje. En uno de sus vídeos en el que colaboraba el periodista Alfonso Merlos, se coló la amante de este, Alexia Rivas, en ropa interior. Así estalló conocido como 'Merlos Place' con Marta López, la que fuera pareja de Merlos, como vértice del culebrón del que Javier Negre también ha querido tener su parte de protagonismo.
Pero antes de todo esto, antes de meterse a youtuber y convertirse en personaje, Javier Negre tuvo que hacer frente a una gravísima polémica por la que tanto el periodista como El Mundo fueron condenados a pagar 30.000 euros. Ha corrido ríos de tinta sobre este asunto que también ha despertado tertulias televisivas. Son muchos los que acusan a Negre de haberse inventado una entrevista. ¿Fue así realmente? ¿Qué dice la sentencia?
La sentencia
Fue en noviembre de 2019 cuando se dictó la sentencia por un una crónica firmada por Javier Negre en El Mundo el 21 de febrero de 2016. Versaba sobre la primera pareja y víctima de maltrato de Sergio Morate, el hombre que asesinó a dos mujeres (su exnovia y una amiga suya) en Cuenca en 2015.
Según la sentencia que condena al periodista y al medio por "una intromisión ilegítima en los derechos a la intimidad, al honor y la propia imagen", Negre "apareció en el domicilio de los padres de la chica" e intentó que le diera una entrevista pero no lo consiguió.
El fallo también relata que, como la mujer no accedió a hablar el periodista se marchó pero "comenzó vía WhatsApp a forzar a la actora a mantener una reunión en privado con él, llegando incluso a manifestarle que era mejor que le diera una foto de manos o pies, que usar la foto que él tenía, esto casi está rallando con una coacción", apunta la sentencia.
Como no consiguió su objetivo, Negre sacó la foto del perfil de Facebook de la joven, que había sido víctima de "un delito de amenazas continuado y de detención ilegal". En la publicación en papel, El Mundo puso un filtro para que el rostro fuese menos apreciable pero en la publicación web, ese filtro se podía revertir fácilmente, por lo que la identidad de la mujer quedó expuesta durante varios días sin su consentimiento.
Sobre el titular de la pieza de Javier Negre, 'Habla la primera mujer a la que torturó el asesino de Cuenca', el magistrado también lo cuestiona tildándolo de "inveraz" puesto que no fue víctima de torturas sino de "delito de amenazas y detención ilegal". La setencia también critica que "se transmite la opinión de que habría estado en manos de la actora evitar el doble crimen si hubiera alertado" a las chicas, cuando "no está acreditada la relación de la actora con la fallecida".
"No puede decirse que se basa en una entrevista, pues parece más bien un reportaje que se realiza sin el consentimiento de la actora", sentencia el juez sobre la pieza de Negre. Es decir, el polémico periodista no se inventó la entrevista porque nunca la hubo. Las declaraciones recogidas en el reportaje fueron reales pero se publicaron sin el consentimiento de su protagonista, víctima de maltrato de un asesino, a la que, incluso, presionó "rallando la coacción".
La "praxis periodística" de Negre
Pese a defenderse en primera instancia, El Mundo abrió un "procedimiento de análisis y verificación de las circunstancias que dieron origen a los hechos" para "esclarecer la verdad y depurar las responsabilidades en las que, en su caso, se pudiera haber incurrido".
"En contra de lo que se ha informado desde diversos medios de comunicación y en redes sociales, el periodista, a pesar de poder haber actuado de forma más acorde con los principios fundacionales de El Mundo y con la buena praxis periodística, no se ha inventado ninguna declaración. Lo publicado el 21 de febrero de 2016 fueron unas declaraciones puntuales que formaban parte de un reportaje más amplio, manifestaciones que la persona aludida no autorizó a que fueran publicadas y, por las que, sobra decir, se vulneró su derecho a la intimidad y su estatuto de protección", sentencia el comunicado del diario.