El gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, esconde auténticas 'joyas'. Entre ellas, su actual consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, conocido por intentar privatizar seis hospitales de la región y cuyo plan terminó paralizado por la Justicia en 2014 gracias a la manifestaciones de los profesionales sanitarios.
Lasquetty fue defenestrado por Mariano Rajoy y mudó a Panamá en 2015, pero volvió a España de la mano de Pablo Casado. El líder del PP fue quien le 'colocó' en la Comunidad de Madrid con un objetivo claro: imponer la hoja de ruta en la región frente a una Isabel Díaz Ayuso a quien veía todavía insegura para gobernar, pese a su peculiar magnetismo con las cámaras.
Su política en contra de la sanidad pública es ampliamente conocida y él no lo esconde. Por ejemplo, cuando pidió eliminar el estatuto de funcionarios de los médicos, una fórmula que permitiría realizar EREs en el sistema para desmantelarlo: "España no necesita más despilfarro de gasto público, sino menos. No necesita más políticos tomando decisiones sobre cómo y dónde hay que curar a los enfermos, sino menos. No necesita más funcionarios, sino médicos y enfermeros tan buenos como los que hay, que tengan sencillamente el mismo contrato que el resto de los mortales", aseguró el ctual consejero de Hacienda, en un artículo de opinión titulado 'Una decisión que perjudica la salud', publicado en Libertad Digital el pasado 17 de septiembre de 2016.
A pesar de los sobrecostes que están afrontando las cuentas públicas por la privatización sanitaria, Lasquetty no tiene problema en continuar defendiendo un modelo que ya han descartado otros territorios, como el Reino Unido o, en España, la Comunidad Valenciana: "los hospitales de gestión privada tienen los mismos indicadores de efectivdad clínica y seguridad del paciente que el resto de centros".
Defensa de los recortes y de la privatización
El ahora todopoderoso dueño de la caja pública regional no tiene problema en mostrar su apoyo a los recortes y las privatizaciones: "Para los defensores del modelo funcionarial, lo que importa es que el médico o el enfermero sean empleados públicos. Sin embargo, para los pacientes, eso es irrelevante, lo que importa es que los médicos y enfermeros presten atención a su enfermedad y le ofrezcan el tratamiento más eficaz. Y para los ciudadanos, lo mejor es que eso se haga con el menor consumo posible de dinero del contribuyente, esto es: gastando todo lo necesario para cuidar al enfermo, pero no desperdiciando dienro de todos en aquello que no aporte nada a la salud".
Laquetty concluyó su articulo con la siguiente reflexión: "España no necesita la arrogancia de los cobardes, sino la audacia de los que se atreven a innovar y a reformar, como lo hicieron Eduardo Zaplana en Valencia y Esperanza Aguirre en Madrid".
