Muchos le recuerdan con gafas, traje oscuro y el humor propio de 'Caiga quien Caiga'. Es Javi Martín. El actor ha publicado su primer libro, 'Bipolar y a mucha honra' (Espasa, 2022) donde narra su vida con un trastorno bipolar y cómo es el cambio entre las fases de las que se compone.
Martín pone un grano de arena con su libro en la visibilización de la salud mental y señala algunos de los fallos en el sistema: "Falta un Plan Nacional de Prevención del Suicidio, educación emocional en las escuelas, campañas de prevención del suicidio y algo indispensable, faltan miles de psicólogos en la Sanidad Pública".
Porque, en definitiva, explica que el objetivo es ayudar con su propia experiencia personal: "En definitiva dar esperanza a toda la gente que pueda pasar por algún tipo de trastorno y mostrar que sí que hay luz al final del túnel".
¿Cómo se explica lo que vive a alguien que nunca lo ha experimentado?
Es difícil hacer entender todas las sensaciones, realmente hasta que uno no pasa por ahí no es fácil que los demás lo entiendan. Por ejemplo los profesionales de la salud, sí deben tener conocimiento de esas sensaciones para poder dar un buen diagnóstico.
¿Cómo describiría la manía y cómo la depresión?
En la manía sientes mucha energía, y llegas a tener sensaciones extrasensoriales. En mi caso, yo era capaz de comunicarme con las plantas y los animales, hablar con seres de otros planos y es una sensación muy agradable cuando estás ahí. De hecho, muchas veces no quieres bajar de ese estado.
Y la depresión son momentos de angustia, ansiedad y miedo, al futuro, a perder todo lo que tienes, es muy doloroso. El sufrimiento es tal, que te puede llevar en ocasiones hasta el suicidio.
¿Cómo se pueden detectar las fases ?
En la manía muchas veces es el propio entorno el que da la voz de alarma, porque la propia persona no es consciente de lo que le ocurre, incluso miente para que no se le note que está elevado, como hacía yo. Y en la depresión, es más fácil de detectar, porque la persona está más apagada y negativa, se empieza a descuidar, y le cuesta mucho más socializar. Todo en esa persona transmite tristeza.
La manía se ha descrito como uno de los períodos de mayor creatividad, alegría para quien lo vive, pero la realidad puede ser distinta, sobre todo para el entorno, como comentas en el libro
Sí, cuando uno está en esa fase está muy feliz, pero el entorno lo vive de forma distinta, haces y dices cosas extrañas, dejas de dormir, estás más incontrolable y te dificulta para llevar tus compromisos a buen término. La familia lo sufre mucho. De hecho, mi entorno siempre me dice que prefieren mis estados de depresión que los de la manía. A mí me pasa justo lo contrario.
¿Cuándo empezó a ser consciente de que algo no iba como debería?
Fue un proceso en el tiempo. Primero te dan el diagnóstico y ya le puedes dar nombre a lo que te pasa, luego tienes que ser consciente de que debes tomar la medicación, si tu familia dice que debes ir a un profesional debes confiar ellos. Es importante saber cuidarse, dormir lo suficiente, no tomar drogas, ejercicio y llevar una vida sana. Y por supuesto uno tiene que ser consciente de lo que te ocurre para poder tomar medidas antes de que las fases se disparen.
Si alguien se sintiese identificado con su situación, ¿qué le aconsejaría?
Le diría que tenga paciencia, que las cosas van mejorando con el tiempo, que al principio están esas fases más críticas pero si se cuida, confía en su entorno y se pone en manos de profesionales la vida será mucho más sencilla.
¿Cómo ha cambiado su vida con el tratamiento?
Para mí ha sido esencial. Aunque sí es cierto que hay un tiempo en el que hay que encontrar el tratamiento adecuado para ti y no siempre sienta bien, comunicándolo al psiquiatra te irá dando la medicación correcta. El cerebro es un órgano complejo y lleva un tiempo saber qué es lo mejor para ti.
El entorno es muy importante y habla de él en su libro ¿cómo ayuda y es determinante para salir adelante?
Es primordial, ellos son los que te van a apoyar, entender, acompañar (o por lo menos debería ser así), pero también es verdad que el entorno tampoco sabe al principio como gestionar un trastorno mental, hay que darles tiempo hasta que la situación la vayan entendiendo.
¿Cómo considera que se le da importancia a la salud mental en España?
Se ha avanzado mucho en los últimos años, ahora se habla más del tema, pero todavía fatal muchos recursos en la Sanidad Pública. Falta un Plan Nacional de Prevención del Suicidio, educación emocional en las escuelas, campañas de prevención del suicidio y algo indispensable, faltan miles de psicólogos en la Sanidad Pública, todavía sigue siendo un lujo asistir al psiquiatra o al psicólogo, y no debería ser así. No hay salud, sin salud mental.
Estamos viendo la salida de referentes mediáticos, como Ángel Martín, Nena Daconte, su caso... ¿podría considerarse que se están abriendo armarios en este sentido en España?
Yo creo que sí, se le está perdiendo el miedo a salir de el armario de la salud mental. Creo que esto es bueno, para que haya referentes de personas que en un momento dado de su vida lo pasaron mal, pero que ahora demuestran que se puede llevar una vida plena, feliz y estable con el debido tratamiento.
A pesar de lo anterior, ¿queda todavía trabajo por hacer en materia de concienciación social?
Sí, yo creo que debemos peder el miedo a hablar de nuestra salud mental, debemos comunicarnos más y mejor, no sólo mostrar la cara buena de nuestra vida en las redes sociales. Todo pasaremos en algún momento de nuestra vida por momentos difíciles y es bueno que sepamos acompañarnos unos a otros, que no nos lo callemos. El silencio también genera mala salud mental.
¿Cuál es el objetivo principal de este libro?
Principalmente ayudar. Mostrar todo mi proceso lo que me ha servido, lo que no, cómo me ha ayudado mi entorno, mi reconciliación con la medicación, en definitiva dar esperanza a toda la gente que pueda pasar por algún tipo de trastorno y mostrar que sí que hay luz al final del túnel