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Un japonés se alquila para no hacer nada y logra 80.000 euros en un año

Shoji Morimoto ha desarrollado una particular profesión con la que está obteniendo ingentes beneficios.

Un japonés se alquila para no hacer nada y logra 80.000 euros en un año

El japonés Shoji Morimoto, de 41 años, ha logrado desarrollar una profesión de lo más peculiar, pero que le está reportando ingentes ingresos. Se trata de acompañar a personas que le pagan básicamente por no hacer nada y simplemente estar con ellas en sus quehaceres. "Básicamente, me alquilo", reconoce.

"Hay muchos momentos favoritos en este trabajo, como cuando recibo un mensaje de oferta, cuando conozco a un cliente, cuando acompaño a un cliente a un lugar desconocido, cuando simplemente escucho una historia y me siento feliz en cada momento", ha explicado Morimoto en declaraciones a la cadena CNBC.

"Hay muchos momentos diferentes en este trabajo, como cuando recibo un mensaje de oferta, cuando conozco a un cliente, cuando acompaño a un cliente a un lugar desconocido, cuando simplemente escucho una historia y me siento feliz en cada momento", reconoce Morimoto.

Un trabajo con ingresos suculentos

Shoji Morimoto cobra por este trabajo entre 10.000 y 30.000 yenes, que suponen al cambio entre 61,80 y 185 euros por cada acompañamiento. Durante los últimos cuatro años ha realizado alrededor de 4.000 sesiones, que tienen una duración entre dos y tres horas, llegando a ganar alrededor de 80.000 euros solo durante 2024.

"Iniciamos un servicio llamado "Personas que no alquilan nada". Úselo en situaciones en las que solo se requiere la presencia de una persona, como tiendas a las que es difícil ingresar solo, ajustar el número de personas para los juegos o buscar un lugar para ver los cerezos en flor. Solo recibirás 10.000 yenes, gastos de transporte desde la estación Kokubunji y gastos de comida y bebida (si corresponde). No puedo hacer otra cosa que dar respuestas muy simples", expresa en la red social X, donde se publicita.

La mayoría de sus clientes entran en contacto con él a través de la red social X, donde acumula cientos de miles de seguidores, aunque la cuarta parte de todos son ya clientes habituales. Uno de ellos ya le ha contratado alrededor de 270 veces y es el más fiel de sus seguidores.

Entre las tareas que desempeña en su trabajo, se encuentran algunas tan particulares como acompañar a una persona para jugar en el parque o despedir con una sonrisa a un desconocido a través de la ventanilla del tren. Sin embargo, reconoce que ha tenido que rechazar algunas propuestas, como trasladar un frigorífico, viajar a Camboya o peticiones sexuales.

Su cambio laboral

Morimoto trabajaba previamente en una editorial, como ha explicado en declaraciones a la agencia Reuters. Sin embargo, en muchas ocasiones sufría amonestaciones por no cumplir con su trabajo y pasar largos períodos de tiempo sin hacer nada. Por este motivo, vio conveniente enfocarse en ofrecer su capacidad de mantenerse ocioso para otros y sacar un beneficio económico de ello.

Con este trabajo logra mantener a su familia, puesto que pueden vivir él, su esposa y su hijo, aunque se niega a revelar con detalle cuánto dinero gana en total, pero aclara que ve a uno o dos clientes por jornada: "La gente tiende a pensar que mi 'no hacer' es valioso porque es útil para los demás... pero en realidad no pasa nada por no hacer nada. La gente no tiene por qué ser útil de ninguna manera específica"

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