Este 16 de enero, el Gobierno de Australia le retiró el visado y se le aplicó una multa de alrededor de 2.000 euros a un joven español de 20 años por entrar al país con paquetes de jamón ibérico, chorizo, lomo y una cuña de queso sin haberlo declarado, ya que están considerados como 'objetos de riesgo'.
El Ministerio de Agricultura de Australia posee unas normas bastante estrictas acerca de la importación de productos alimentarios. La nueva normativa de bioseguridad pretende evitar la entrada de enfermedades y de plagas al país, tales como la salmonelosis, la listeriosis, la gripe aviar,el SARS y el virus Nipah, entre otras. El gobierno australiano asegura a través de un informe que "un brote de fiebre aftosa podría devastar completamente las industrias ganaderas, afectar a la economía y amenazar muchos puestos de trabajo".
Es por esto, que todos las personas que decidan entrar al país deberán de rellenar la Carta del Pasajero, donde se deberán de declarar todos los productos alimentarios, ya que todos los equipajes serán sometidos a control por rayos X o manualmente. Estos alimentos declarados deberán de ser enviados a una oficina de bioseguridad para que sean evaluados.
Productos que requieren un permiso de importación
Los productos lácteos y de huevos, material vegetal, productos animales, animales vivos, semillas, nueces y frutas y verduras frescas deberán de obtener un permiso otorgado por el Servicio Australiano de Cuarentena e Inspección (AQIS) antes de que lleguen a Australia. En el caso de no poseer dicho permiso, serán destruidos.
El gobierno australiano ha habilitado una página para poder identificar que alimentos requieren de este permiso. A través de BICON podrás ver que productos son de riesgo, de vigilancia o cumplen con la normativa. Los de riesgo deben pasar por inspección, los de vigilancia pasan por controles aleatorios y no requieren de ningún documento.
La carne cuenta con fuertes medidas de seguridad que suelen cambiar dependiendo de los brotes de enfermedades del momento. Los embutidos o la carne procesada, como el jamón, tienen prohibida la entrada, al igual que las carnes no enlatadas como las envasadas al vacío, a no ser que posean un permiso de importación. El jamón curado de secado lento no puede entrar en el país debido al riesgo de que puedan portar enfermedades tales como la listeriosis y la salmonelosis.
Los quesos blandos y semiblandos pueden ser fuente de Listeria monocytogenes y es alimento de riesgo y no está permitida su entrada. Los que si pueden entrar deben de estar envasados al vacío y poseer código de barras, fecha de caducidad, fecha de envasado y lugar de envasado.
En el caso de no declararse, se considerará como un delito penal, conforme a la sección 186 de la Ley de bioseguridad de 2015. El usuario que porte estos productos puede enfrentarse a sanciones económicas, o incluso a penas de cárcel.
