La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha anunciado que dejará el cargo a principios de febrero. Su puesto lo ocupará Grant Robertson hasta las elecciones del 14 de octubre, a las cuales no se presentará la actual presidenta. El anuncio lo ha realizado Ardern durante una reunión del Partido Laborista en la ciudad de Napier: "No tengo suficiente energía para seguir con el trabajo. Es el momento". La carismática política de 42 años llevaba en el cargo desde 2017, el cual revalidó en las elecciones de octubre de 2020.
"No lo dejo porque sea duro, lo dejo porque este trabajo conlleva una gran responsabilidad, y no tengo suficiente energía para hacerle justicia. Creo que liderar un país es el mayor privilegio que nadie puede tener, pero también uno de los trabajos más exigentes. No puedes ni debes hacerlo a no ser que tengas el depósito lleno y algo más en la reserva para afrontar los retos inesperados", comentaba la política durante una emotiva intervención. Ha asegurado que no tiene planes de futuro, aunque pretende pasar más tiempo junto a su familia. Ardern tuvo a su hija durante su mandato, incluso la llevó a la Asamblea General de las Naciones Unidas, convirtiéndose en la primera en hacerlo.
#UN debut - Neve Te Aroha, 3-month-old daughter of #NewZealand PM @jacindaardern and @NZClarke, appeared in #UNGA hall when her mother spoke at the #MandelaPeaceSummit.
— Michelle Nichols (@michellenichols) September 24, 2018
Ardern is only second elected leader to give birth while in office, after #Pakistan's Benazir Bhutto in 1990. pic.twitter.com/gNUv96LMao
Grant Robertson, el vice primer ministro, comunicó que se hará cargo del puesto hasta las elecciones, pero no pretende liderar el Partido Laborista en ellas.
Carrera política
Ardern comenzó su andadura en el mundo de la política como investigadora de la oficina de la primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, en el año 2001. Continuó como asesora del primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, para luego pasar a formar parte de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas.
Tras entrar en el Partido Laborista como subdirectora, pasó a dirigirlo en el año 2017 por la renuncia de Andrew Little tras los pésimos resultados en las elecciones. La neozelandesa revertiría esta situación en ese mismo año al conseguir vencer a sus rivales, el Partido Nacional, gracias a una coalición con el Partido Verde y Nueva Zelanda Primero.
Se define como socialdemócrata, progresista, republicana y feminista, y es una fiel defensora de los derechos LGTBIQ y de la cultura indígena neozelandesa. En 2020, cuando obtuvo la reelección con mayoría absoluta, formó un gobierno formado en un 50% por mujeres, y eligió como ministra de Exteriores a Nanaia Mahuta, primera persona maorí en ocupar el cargo.
Obtuvo reconocimiento internacional por su gestión frente al covid. Durante los años de pandemia su ejecutivo donó el 20% de su salario para financiar las medidas que consiguieron que el país oceánico fuera de los primeros en atajar la crisis. Además, fue elegida en 2019 por la revista Fortune como la segunda líder más importante del mundo, solo por detrás de Bill y Melinda Gates.