La candidata del Partido Popular a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha justificado por qué no se aprueban refuerzos en el Metro para descongestionar el tráfico en el centro de Madrid, ya afectado por Madrid Central y los problemas del suburbano para absorber la demanda: "Su plan es pura ideología, cuando organizas una fiesta, la pagas tú", ha asegurado.
Ayuso ha olvidado que el Ayuntamiento de Madrid no tiene ninguna competencia en el Metro de Madrid desde el año 2012 y que el Consistorio ha ofrecido recientemente 150 millones para participar en el accionariado de la empresa pública.
En un encuentro celebrado por la revista Vanity Fair, Ayuso también ha asegurado que Madrid Central "está matando el comercio" y ha puesto como ejemplo que "cualquiera que vaya al Rastro puede hablar con comerciantes que te lo van a decir".
Los atascos a las 3 de la mañana eran una seña de identidad de Madrid, y la candidata del PP a la presidencia de la comunidad los echa de menos.Isabel Díaz Ayuso: pic.twitter.com/dQO41JcfEw
— Lara Hermoso (@lhermoso_) 24 de abril de 2019
La candidata conservadora también ha lamentado que la ausencia de atascos en la capital a "una ciudad como Madrid, que es vida, que es alternativa", por lo que continúa defendiendo la derogación del plan de Carmena para reducir el tráfico privado como propone también Ciudadanos.
La aspirante a presidenta también ha aprovechado el encuentro para reivindicar "los atascos a las tres de la mañana un sábado" porque, a su juicio, hacen ver a los madrileños "que su ciudad es especial".
A juicio de Ayuso, hay diferentes atascos. Por un lado, "los que absroben la energía como el de la entrada a trabajar, cuando llegas tarde a una reunión o cuando llevas a tu hijo al colegio y va a perderse la primera hora de clase". Por otro, "el atasco cuando sales a cenar porque es fin de semana, no es el que peor llevas". Y ha sentenciado: "¿Qué a mí me gustan los atascos? Evidentemente no, pero forma parte de la vida de Madrid".
Los conflictos entre Metro de Madrid y el Ayuntamiento
La disputa entre Metro de Madrid (dirigido por el popular Borja Carabante) y el Ayuntamiento de Madrid han sido una constante desde la aprobación de Madrid Central, el plan de Carmena para reducir coches en la capital.
Durante su aprobación, el presidente madrileño Ángel Garrido (hoy en Ciudadanos) se mostró dispuesto a pactar un incremento en el servicio de Metro, que finalmente rechazó porque Casado le estaba amenazando con no repetir como candidato (como finalmente sucedió).
Desde entonces, los usuarios han visto cómo deben dejar pasar, en ocasiones, hasta dos o tres convoyes atestados de pasajeros ante la imposibilidad de acceder por la masificación. De hecho, la empresa pública ni siquiera cumple lo acordado con la Comunidad, aunque no hay sanciones por aquello de que sería como multarse a uno mismo.
Madrid Central, sin duda, es una de las bazas electorales que el PP y también Ciudadanos quieren jugar de cara a las próximas elecciones municipales de mayo. Unos comicios en los que, por el momento, la derecha podría desalojar a Carmena con el apoyo de VOX.
Un plan para reducir la contaminación y evitar multas por parte de la UE
El Plan de Calidad del Aire 'Madrid Central' propone un gran área de 480 hectáreas con tráfico restringido. Es decir, se corresponde con la práctica totalidad del distrito centro de la capital.
El cierre del paso del coche privado tiene algunas excepciones: podrán acceder y aparcar los residentes, los vehículos CERO emisiones, los vehículos ECO, los que mantengan etiqueta B ó C (si aparcan en un aparcamiento público, garaje privado o reserva), los vehículos invitados por residentes y los padres que acudan al colegio con sus hijos, las personas con movilidad reducida y los servicios esenciales o profesionales.
La única alternativa para el resto de ciudadanos pasa por el transporte público. Es fundamental para la reducción de emisiones de gases contaminantes: en un autobús, con un único motor, se puede transportar a 160 personas (la mayoría de vehículos privados solo circulan con una).
En el caso de Madrid, se encuentran decenas de líneas de EMT; seis líneas de Metro (1,2,3,4,5,10) y todas las de Cercanías, que hacen parada en la estación de Atocha (otras dos también acceden a la Puerta del Sol).
La capital, así como Barcelona, se encuentra bajo la lupa de la Unión Europea por superar los níveles máximos de NO2 durante los últimos ocho años. Por este motivo, Bruselas ha amenazado con multas de hasta 2.700 euros diarios, tal y como relata el diario ABC.
A todo ello, la OMS recuerda que estas emisiones generan problemas respiratorios y asma, reducen la función pulmonar, generan enfermedades en este último órgano, reducen la esperanza y calidad de vida así como, en casos extremos, puede provocar la muerte.
La misma institución destaca en su página web que "mediante la disminución de los niveles de contaminación del aire, los países pueden reducir la carga de morbilidad derivada de accidentes cerebrovasculares, cánceres de pulmón y neumopatías crónicas y agudas como el asma". Un problema que se intenta combatir con este tipo de medidas.