La humanidad ha visto cómo su importancia en el universo se desvanece con cada avance científico. Descubrimos que nuestro planeta no es el centro del universo y que nuestra estrella es solo una más entre millones. Nos dimos cuenta de que no somos la especie elegida por alguna deidad, sino simplemente el resultado de la evolución. Aunque esto podría parecer desalentador, algunos psicólogos lo están utilizando como terapia para mejorar la salud mental de sus pacientes.
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— Vince Procopio (@VinceProcopio) January 24, 2024
Terapia de irrelevancia cósmica
Bajo el nombre de terapia de irrelevancia cósmica, este método de afrontamiento de los problemas actúa como una especie de amplificación de las estrategias de difusión psicológicas que tan buenos resultados ofrecen. En palabras de la experta Anna Katherina Schaffner, "la difusión nos permite tomar una sana distancia de nuestros pensamientos y sentimientos y adoptar la posición de un observador curioso". Es decir, cuando te alejas de tu propia autoabsorción y contemplas tus acciones desde la distancia, evitas quedar atrapado en ellas, manteniendo una perspectiva y proporción adecuadas. Este distanciamiento puede proporcionarte sabiduría.
La difusión a otro nivel
De esta manera, la terapia de la irrelevancia cósmica lleva la desvinculación a un nivel superior. Como indica Schaffner, profesora en la Universidad de Kent, Reino Unido, esta terapia nos anima a contemplar el planeta como un punto azul pálido en el vasto espacio y a nosotros como la más mínima partícula sobre ese punto. Al situarnos a nosotros mismos y a nuestros problemas en el contexto global del universo, todo lo que nos preocupa diariamente parece increíblemente insignificante. Inicialmente puede generar vértigo y vacío existencial, pero con el tiempo se convierte en un alivio. Nada es lo suficientemente importante como para causarnos angustia.
Somos un punto en el espacio. sólo eso. pic.twitter.com/jOpajVU9Hk
— Jose A. Herencia (@jose_herenci) December 25, 2021
"Obviamente no podemos pensar así todo el tiempo. Costaría muchísima energía mental y probablemente nos volvería locos. Sin embargo, podemos aprender a activar este punto de vista cósmico en momentos de estrés y problemas, lo que colocará nuestro propio sufrimiento y desafíos en un contexto espacial y temporal mucho más amplio que brindará consuelo", añade la especialista. La guinda del pastel es si consigues hacerlo, encima, con una pizca de humor en la ecuación. Mira cuántas galaxias. Intenta imaginarte todo el cosmos en tu mente, ¿no es gracioso ver como una pequeña primate como tú se esfuerza tantísimo por intentar controlarlo todo? Visto así, ¿no te sientes mucho más libre?
